Queso casero de sésamo, una bomba de calcio

¿Andas flojo de calcio de rápida absorción? ¿No te gusta la leche o no puedes o no quieres consumirla? Pues entonces aquí en esta nota vas a encontrar una excelente alternativa. No sólo para ganar este fundamental mineral para tus huesos, uñas y dientes, entre otras cosas, sino también para disfrutar de una comida de magnífico sabor.

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Receta de queso de sésamo

Se trata de un queso 100 por ciento vegetal hecho con semillas de sésamo y también una cuota de pipas de girasol. Es genial para nutrir tu organismo en todo sentido y también perfecto para experimentar nuevas texturas, sabores y posibilidades con algo tan pequeño como lo es una semilla. ¿Te animas a prepararlo? A continuación, la receta.

Ingredientes

• 200 gramos de semillas de sésamo
• 100 gramos de semillas de girasol
• Cuatro o cinco cucharadas de levadura nutricional en copos
• El zumo de medio limón
• Una o dos cucharaditas de ajo en polvo
• Una o dos cucharaditas de espirulina
• Sal marina y pimienta al gusto

Preparación

• Deja mas semillas de sésamo y girasol activándose en remojo con agua durante, al menos, doce horas. Esto en teoría no sólo activa sus capacidades enzimáticas, si no que también las hace más aptas para su preparación.
• Escurre las semillas, pero no por completo, déjales un poco de agua. Colócalas dentro del vaso de una batidora o robot de cocina, donde añadirás el zumo del limón, el ajo en polvo, la espirulina, la levadura en copos, sal y pimienta.
• Procesa la preparación repetidamente hasta que vaya tomando la consistencia de un queso bien cremoso, como si fuera tipo Filadelfia, o algo por el estilo.
• Si fuera necesario, añade un poco más de agua. Desde ya, puedes incorporar hierbas, pimentón o lo que se te ocurra a la preparación.
• Te quedará un queso para untar, de consistencia blanda, que va perfecto para todo tipo de preparaciones, tanto frías como calientes.

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Trucos para aprovechar los beneficios del queso de sésamo:

• Genial aporte de calcio: Las semillas de sésamo son un maravilloso aporte de calcio para tu salud, incluso más que la leche. Se cree que tienen más de 1000 mg por cada 100 gramos de semillas, muy superiores a los 125 mg que tienen 100 gramos de leche. Por eso mismo, son perfectas para niños en crecimiento, ancianos con problemas oseos, veganos o vegetarianos, además de intolerantes a la lactosa.
• A comerlo con moderación: Si bien es saludable y es 100 por ciento natural, las semillas tienen sus calorías y sus grasas a cuestas. Cada 100 gramos de semillas, tienes aproximadamente 500 calorías. Está bien que la cantidad no es la misma que se transmite al queso, ya que el agua (tanto la que se absorbe en el remojo como la que se pueda añadir para el resultado final) amortiza, pero igual es para tomárselo con calma.
• Déjalo asentar unos días: Como suele suceder con la mayoría de estos quesos que llevan un medio ácido como el limón y, además, levadura, unos días de reposo suele venirles de maravilla. Es como que se fermentan y toman más gusto a queso. Este, particularmente, me recuerda un poco a un queso azul suave después de unos días en el refrigerador.
• Pruébalo en esta combinación: ¿Quieres usar tu nuevo quesillo en un sandwich? Unta las caras internas de dos rebanadas de pan integral tostado con este queso. Coloca un buen colchón de hojas verdes, peras en finas lonchas (pueden ser grilladas o caramelizadas), algunas aceitunas negras y un fruto seco. Tendrás un bocadillo gourmet y sano en cuestión de minutos.
• No dudes en probar otros geniales quesos vegetales: Si quieres uno más bien firme, prueba con este queso de almendras. Si quieres uno para hacer una pizza, el queso de patatas va genial. Si te antoja otra cremoso, uno bien fácil se puede hacer con tofu.