Derivados de las semillas de sésamo

Las semillas de sésamo son unas de las más valoradas en la cocina. No podía ser de otro modo, ya que en cualquiera de sus formas son deliciosas y aportan a los platillos, un sabor y untuosidad, que se degusta con placer.

Sin embargo, no todos los derivados de las semillas de sésamo son de consumo habitual. Tal es el caso de la leche de sésamo, una leche vegetal que además de ser riquísima, es muy saludable. Para prepararla, sólo tienes que poner en remojo, aproximadamente 100 gramos de semillas de sésamo, en medio litro de agua, durante toda una noche. Al día siguiente, licúa, filtra y bebe. Hmmm... ¡Deliciosa!

¿Te gusta el tahini? A mí me encanta. Cuando dispongo de tiempo, suelo prepararlo a partir de sus semillas. No es tan difícil. Si quieres hacerlo en casa, pon a tostar, durante algunos minutos en una sartén, alrededor de 200 gramos de semillas de sésamo. A continuación, tritura las semillas en un mortero, al tiempo que agregas agua y sal. No demasiada, ya que debe quedar como una pasta untable. ¡Es exquisita! Suelo agregarle ajo, perejil y limón. Cuando no dispongo de tiempo, recurro a los buenos productos de tahini ya elaborado, que existen en el mercado.

Lo que nunca falta entre mis condimentos es el gomasio. Si bien puede prepararse en casa a partir de las semillas de sésamo y sal, prefiero comprar el gomasio ya hecho. Me agrada esparcirlo sobre el arroz, cuando preparo algún platillo de cocina japonesa. Es el toque de sabor que nunca falla.

En cuanto al aceite de sésamo, lo tengo tanto en la cocina, como en el toilette. Si lo usas a menudo, entenderás por qué. No sólo sirve para cocinar determinados platillos que no pueden prescindir de su presencia, sino que además, es excelente como humectante, especialmente, si tienes problemas de acné.

Y tú... ¿Qué derivados del sésamo consumes habitualmente?