Esta infección mamaria se da entre el 2% y 33% de las mujeres en etapa de lactancia. Sin embargo también pueden sufrirla mujeres que no dan el pecho y hombres, aunque en ambos casos es menos común. Conoce todo sobre esta enfermedad, qué tipos de mastitis hay, cuáles son sus causas, síntomas y por supuesto, su tratamiento.
Qué es la mastitis
La mastitis es una inflamación en el pecho que se produce cuando los conductos de la leche se obstruyen, dando paso a una infección mamaria. También puede darse en mujeres que no estén en periodo de lactancia (lo que es menos común) y en hombres (aún más raro), pero en este caso se desarrolla por una infección bacteriana.
La mastitis durante la lactancia es un problema común, por lo que no debes asustarte si notas alguno de los síntomas que conocerás más adelante, sólo debes ir a tu médico para que te trate adecuadamente, no dejes pasar el tiempo, ya que como cualquier otro tipo de infección puede empeorar y expandirse llegando a formar un absceso mamario (acumulación de pus que no drena y es cubierta por una capa fibrosa que tu propio cuerpo fabrica para protegerse).
Tipos de mastitis
Se ha establecido que hay dos tipos de mastitis, la puerperal y la no puerperal. La primera es la que afecta a las mujeres a los pocos días de haber parido, como consecuencia del estancamiento de la leche en los conductos mamarios. La no puerperal es cualquier infección del pecho, que afecte tanto a hombres como mujeres.
También existe la mastitis crónica o mastopatía fibroquística que se distingue de las otras porque es causada por tumores fibrosos no cancerígenos que causan molestia. Éstos pueden tener movimiento cuando los tocas con tus dedos, crecen cerca de las axilas y causan dolor, hinchazón y picazón.
Si bien la mastitis en mujeres es la más común también puede afectar a hombres y niños, por lo que todos deben estar atentos a sus síntomas.
Síntomas
La mastitis generalmente afecta un pecho a la vez y se caracteriza por síntomas como: escalofríos, fiebre alta (por encima de los 38ºC), fatiga, dolor en la zona del pecho, bultos palpables, enrojecimiento y sensación de calor. Los síntomas de la mastitis son los mismos que los que sufres con otros tipos de infecciones.
Tratamiento
Si notas que tienes algunos de los síntomas mastitis (de lactancia materna o no) debes acudir a tu médico y nunca automedicarte, ya que se debe establecer su causa para recetarte el medicamento adecuado. Todo depende de si estás lactando o no. Por ejemplo, si acabas de parir y estás en esa etapa debes continuar dando de comer a tu hijo sólo con el pecho afectado para vaciarlo y aliviar el dolor. En algunos casos será necesario extraer la lecha manualmente y darle biberón al niño.
En el tratamiento de mastitis también se recomienda la aplicación de calor antes de dar el pecho para dilatar los conductos y luego aplicar frío para calmar el dolor. No olvides usar siempre un paño para no aplicar directamente la fuente de frío o calor en tu pecho, ya que de otra forma podrías lastimarte.
Posiblemente tu médico te recete un analgésico como Ibuprofeno (o el que puedas tomar en tu estado) como también antibióticos para eliminar las bacterias. Sin embargo estos medicamentos pueden afectar el sabor de la leche, por lo que tu bebé puede rechazarla y deberás darle leche de fórmula.
Otros tipos de infecciones
Esta no es la única infección que puedes sufrir, claro está. Cualquier parte de tu cuerpo puede infectarse y las más comunes son: la vejiga y los ojos, aunque también pueden ingresar bacterias si te realizas una perforación. Conoce un poco más sobre estas infecciones y cómo tratarlas.
- En los ojos. Si alguna vez sufriste una infección ocular ya sabes lo dolorosa que puede ser. Hay diferentes tipos: conjuntivitis, orzuelos, queratitis y blefaritis. Puedes curarlas naturalmente con manzanilla o caléndula.
- En la vejiga. Muy común en la mujeres, la infección urinaria causa fuertes dolores y molestias. Debe ser tratada con antibióticos rápidamente para evitar su expansión.
- Por un piercing. Muchas personas deciden hacerse un piercing y que les agrada estéticamente, pero tiene sus peligros. Si no es bien curado puede desarrollar una infección si no es bien curado. Debes hacerlo con una solución salina, jabón antibacterial o antibiótico en casos extremos.
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