Un programa de entrenamiento no estará absolutamente completo si no tiene en cuenta ciertos aspectos que hacen al movimiento.
Nuevas tendencias que nacían en EE.UU. basaban su noción de entrenamiento en ejercicios que imitaban las actividades cotidianas.
Actualmente se evolucionó en crear un entrenamiento organizado para elevar la calidad de vida de la gente, excediendo el solo hecho de servir como medio para mejorar la estética de quien ejecute los ejercicios.
Es por eso que el entrenamiento total se basa en tres metas:
- Mejorar la condición física y la salud.
- Prevenir lesiones mediante reeducación postural.
- Realizar ejercicios con movimientos más empáticos a los que se hacen en la vida cotidiana.
Por eso, este entrenamiento no postula que, por ejemplo, para adelgazar se recurra a correr una hora tres veces por semana, a costa de terminar con los músculos lumbares acortados y con las articulaciones de los miembros inferiores inflamados por el impacto contra el piso.
En todo caso, se puede realizar ese mismo trabajo, tomando en consideración una tabla de ejercicios que fortalezcan y prevengan ciertas disfunciones musculares.
También postula ir de lo fácil a lo complejo mediante una progresión en los ejercicios, como comenzar con aquellos de gran estabilidad, para ir luego trabajando con menos estabilidad, lo que provocará un aumento del rendimiento, como también la estimulación de todos los músculos profundos estabilizadores.
En síntesis, propone un programa que respete un poco más el movimiento humano y su sistema profundo de equilibrio y estabilización que son la base de todos los gestos posibles que se pueden hacer.
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