Hay que desterrar de una buena vez esa idea de que el helado se consume únicamente cuando hace calor. Sí, está claro que en el verano sienta de maravillas. Pero también es cierto que, a veces, apetece uno hasta en invierno. Y mucho mejor si esta hecho de té, ¿no te parece?
Para cualquiera de estas recetas que vas a ver a continuación, es esencial que cuentes con moldes para paletas de helado. Son de plástico, vienen con un palito, se meten en el freezer o congelador una vez que las cargas y cuando solidifica ya tendrás listo tu helado de té. ¡No te pierdas estas recetas!
Rooibos y frutos rojos, ideal para niños
El rooibos no tiene cafeína y lo puede tomar hasta un niño. Prepara uno bien rico y procésalo con frutos rojos varios. Fresas, frambuesas, arándanos y demás. Si quieres, endulzas con tu producto favorito. Lleva al congelador las paletas y luego disfruta.
Té verde, menta y limón, muy refrescante
Este es perfecto para una tarde calurosa. Exprime zumo de limón, prepara un buen té verde con menta y une ambas preparaciones. Luego, ya sabes, endulzas al gusto (o no) y a congelar.
Té negro, naranja y chocolate, irresistible
Prepara un té negro con tiras de cáscaras de naranja, al que le añadirás una buena cucharada de cacao amargo. Endulza y congela para disfrutar de una paleta helada muy rica y sofisticada. Puedes usar earl grey si te apetece.
Estas recetas son naturales, sabes a la perfección de qué ingredientes están hechas y, por otra parte, son completamente saludables. Y mucho más si usas stevia para endulzarlas o directamente prescindes de cualquier producto para darle sabor dulce y te dejas seducir por los delicados matices de nuestra bebida de cabecera. Y así es como, una vez más, el té demuestra que sus posibilidades son infinitas. O casi.
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