Al fumar gran parte de la nicotina que inhalas llega al cerebro en sólo cuestión de segundos. En un abrir y cerrar de ojos tus neuronas reciben el impacto nicotínico y se ponen en marcha. Sin embargo, así como tu mente se agiliza rápidamente y por un corto tiempo, con la misma rapidez se aletarga.
Efectos contradictorios similares ocurren a otros niveles corporales, como el corazón, el aparato respiratorio, digestivo, muscular, endocrino y urinario. En los diferentes sistemas del organismo, la activación en una primera fase tras el consumo de nicotina, se convierte en bloqueo en la fase posterior.
Si al inhalar el humo de un cigarro hay una transitoria sensación de relajación y bienestar, sólo 5 minutos después de haberlo consumido, sobreviene el displacer y la ansiedad que van en aumento hasta que enciendes el próximo cigarrillo. La nicotina es de tal modo una impostora, te da en un segundo lo que al segundo siguiente te quita.
Quizás en principio, te calme las ganas de comer, sin embargo, tu organismo rápidamente generará resistencia. Por tal razón, cada vez necesitarás más nicotina para contrarrestar la ansiedad que te produce la dilución de su concentración en sangre. De tal modo, caerás fácilmente en excesos de comidas y bebidas.
Si en una primera instancia acelera los procesos metabólicos y digestivos, posteriormente los retarda y enlentece. Otro tanto ocurre con el sistema cardiorespiratorio y muscular, lo que te impedirá cumplir con tus rutinas de ejercicios para mantenerte en forma.
Por todo esto, si tu meta es quemar grasas, no cuentes con que fumar te ayude. Los efectos quemagrasas de la nicotina son sólo uno de los tantos mitos difíciles de derribar.
1 Comentario en "Los contradictorios efectos quemagrasas de la nicotina"
por la informacion,ya que lo ignoraba!!