El Bruxismo ataca más a adolescentes y mujeres

Aunque puede presentarse en cualquier persona entre los 14 y 75 años de edad, los estudiantes universitarios y escolares parecen ser el grupo más afectado por el bruxismo o estrés dental.

En el caso de un niño en proceso de crecimiento, la patología puede producir alteraciones en el desarrollo de la mandíbula. En edades más avanzadas, en tanto, se puede llegar a la pérdida de piezas dentarias.

Otro punto importante en este tema es la alimentación. Existen productos que aceleran el bruxismo, como la cafeína, el té y demás sustancias estimulantes.

También resulta trascendente tener en cuenta que es normal que, a corta edad, los niños aprieten mucho la dentadura. Sin embargo, si este bruxismo se manifiesta sobre los 14 años, ya provocará efectos negativos, como el desgaste de los dientes.

En estudios efectuados al respecto, se ha descubierto que en una gran cantidad de adolescentes de entre 15 y 16 años se producen alteraciones a nivel del sistema maxilofacial por el apriete dentario.

En cuanto a la proporción por sexos, la mayoría de las estadísticas coinciden en que la incidencia es de tres mujeres por un hombre. La razón sería que las mujeres tienen un componente psicológico más importante, provocando de esta forma un mayor desgaste y llegando así a puntos máximos de estrés. En cambio, el hombre liberaría en mayor medida sus tensiones mediante distintas actividades, provocando picos más livianos de estrés.

Cuando el bruxismo llega a un estado avanzado, el paciente puede sufrir la destrucción de las superficies articulares, complicando de esta manera la apertura y el cierre de la boca y generando inconvenientes para masticar.

Tratamiento del bruxismo

La forma de combatir esta patología es disminuir las sustancias estimulantes y considerar con mayor seriedad los aspectos emocionales que vivenciamos a diario.

El tratamiento odontológico consiste en colocar aparatos intraorales planos, que producen relajación y permiten evitar los problemas en la musculatura y las articulaciones. En casos más graves, y cuando el dolor se mantiene, es necesario desarrollar además tratamientos kinesiológicos y masoterapia.