Comer comida casera, un hábito que puede mejorar nuestro futuro

Los beneficios de comer en familia. Los amantes de la comida casera están de suerte. Investigadores de la Universidad de Minnesota han descubierto que comer en familia durante la adolescencia promueve dietas equilibradas y saludables en el futuro...

La agitada vida social, los cambios de horario en las grandes ciudades y el ritmo frenético de vida actual nos obliga en muchas ocasiones a comer fuera de casa, perdiendo con ello los enormes beneficios que se obtiene de comer en familia, según un reciente estudio.

De esta forma, investigadores de la Universidad de Minnesota en Estados Unidos han descubierto que comer en familia en épocas adolescentes, promueve que durante buena parte de nuestra vida futura sigamos dietas equilibradas y saludables. Es un hecho que con la emancipación y la independencia o fuga del hogar paterno filial se empeoras notablemente los hábitos alimenticios. De hecho, comer entre horas (picar), dejar de desayunar, o seguir una dieta más pobre de lo normal (fast food) son sólo algunos de los cambios que suelen sufrir los jóvenes cuando se marchan de casa, con el consiguiente aumento de los problemas de salud derivados, colesterol, enfermedades cardiovasculares, etc.

Según este estudio que ha sido publicado en la revista 'Journal of the American Dietetic Association', se establece que comer habitualmente en familia durante la adolescencia, estimula nuestra capacidad para retener en nuestro subconsciente una conducta saludable en torno a la alimentación muy difícil de olvidar.

La investigación recopiló los datos de 3.074 estudiantes de Minnesota entre 1998 y 1999, cuya media de edad era de 20 años. Tres años más tarde, el equipo logró contactar con 2.513 de ellos para comprobar los patrones alimenticios seguidos. Las estadísticas mostraron que aquellos adolescentes que comían con su familia a menudo, consumían más frutas y verduras. No obstante, en la mayoría de ellos, el nivel de consumo era inferior al recomendado. En cuanto a los sexos, las mujeres comían más en casa que los hombres.

La familia es un contexto apropiado para educar en hábitos saludables, pero el estudio admite que, a menudo, los efectos positivos de los menús caseros no aparecían hasta que el individuo alcanzaba la edad adulta. Con todo, el estudio constata una asociación directa entre el número de comidas familiares de un adolescente y la calidad de la alimentación que llevará cuando sea adulto. Por ello, los investigadores animan a que todas las familias coman conjuntamente, siempre que sea posible.

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