Tomar vitamina E: beneficios de los alimentos con vitamina E

La presencia de vitamina E en el organismo es fundamental, puesto que cumple una función antioxidante y también protectora. Es por esto que siempre debe estar presente. Pero, además, también puede resultar buena para algunas cuestiones puntuales que debes conocer.

La vitamina E, sin duda alguna, es crucial para el organismo, ya que ayuda con sus propiedades antioxidantes a proteger el cuerpo de la acción de los radicales libres, combate el envejecimiento y muchas cosas más. Pero, por otra parte, también ayuda a que la salud mejore en otros sentidos. ¿Te gustaría saber cuáles? Pues entonces, continúa leyendo...

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Vitamina E para la salud y la belleza

El consumo de vitamina E podría ayudar con las siguientes propiedades:

• Excelente para la piel. Sin duda alguna, buenos niveles de vitamina E pueden ser fundamentales para que el cutis se encuentre en gran forma. Es que, al resultar antioxidante, está indicada para retrasar el envejecimiento de las células. No es para nada anormal que se incluya en toda clase de productos cosméticos.
• Buena para el colesterol y proteger el corazón. La vitamina E puede llegar a ser muy importante para luchar contra el colesterol, ya que evita la oxidación del colesterol malo o LDL. Además, se cree que un consumo de vitamina E por más de dos años puede llegar a reducir entre un 35 a un 60 por ciento la probabilidad de sufrir enfermedades cardiovasculares.

En cualquier caso, la vitamina E se encuentra en muchos alimentos. Lo bueno es que no sólo se puede consumir vitamina E a través de complejos. También está muy presente en alimentos, como algunas semillas que la contienen, al igual que el germen de trigo, entre otros.

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Para qué sirve tomar vitamina E

Mejora el hígado graso

Es sabido que el hígado graso es un problema recurrente. Pero también es cierto que se van descubriendo cada vez más cosas en torno a su tratamiento. Y un reciente trabajo investigativo acaba de echar algunas luces al respecto.

Según un estudio realizado en Japón y recientemente publicado en el Nutrition Journal, la vitamina E podría ser particularmente interesante a la hora del tratamiento del hígado graso. Este trabajo nipón se dedicó a revisar cinco investigaciones diferentes, en donde la relación entre hígado graso no alcohólico y niveles de vitamina E estaban en juego.

Los resultados fueron notables, pues en todos los casos que la persona que estaba tratando esta clase de hígado graso con vitamina E, la respuesta fue mucho más favorable. También ayudó a mejorar la función hepática en líneas generales, según lo reseñado por la investigación comandada por Ken Sato.

Todo residiría en las capacidades antioxidantes de la vitamina E. Partiendo de la base de que el hígado graso se basa en un inconveniente de oxidación, recurrir a esta vitamina puede llegar a ser una interesante manera de combatir este inconveniente. Además, se estima que podría llegar a ajustar problemas del metabolismo hepático, relacionado con grasas y glucosa.

Evitaría la aparición de problemas respiratorios en la tercera edad

La vitamina E es una de las más valoradas, pues se la conoce como la vitamina de la juventud. Es esencial para el buen estado de la piel y se piensa que tiene cualidades para combatir y retrasar el envejecimiento. Pero sus usos podrían llegar a ir mucho más allá que para la belleza del cutis.

Según un estudio realizado en la Universidad de Tufts, en los Estados Unidos, los roedores de elevada edad que fueron sometidos a altas dosis de vitamina E, fueron bastante más inmunes a la hora de padecer neumonía que los que no recibieron ese plus de dicho nutriente.

Los investigadores separaron a los ratones en dos grupos. El primero recibió una dosis normal de vitamina E en su alimentación. Los otros, una dosis hasta diez veces por encima de la media. Luego, fueron sometidos a un virus de neumonía, arrojando resultados sorprendentes.

Es que los del segundo grupo, los hiper vitaminados, registraron una presencia mil veces menor del virus en sus pulmones, además de contar con el doble de glóbulos blancos que los que recibieron la dosis justa.

Está claro que este estudio, por ahora, sólo habla de beneficios en roedores, no asegurables, al menos de momento, en seres humanos. Pero habla a las claras de una interesante puerta de estudio que se abre para poder seguir indagando en esta cuestión y ver cómo ayudaría a los mayores ante problemas respiratorios graves como lo es la neumonía.

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Fuentes de vitamina E

Si bien se suele consumir en forma de comprimidos, pues es una forma fácil de acceder a una dosis correcta de esta vitamina, la E se encuentra presente en muchos alimentos. Sobre todo en aquellos de origen vegetal.

Encontrarás vitamina E en:

• Aceites vegetales (maíz, girasol, oliva, germen de trigo, etc.)
• Frutos secos (avellanas, nueces, anacardos, almendras, etc.)
• Semillas (girasol, sésamo y otras), vegetales verdes (sobre todo de hoja y el brócoli)
• Productos industrializados que cuentan con el enriquecimiento de dicha sustancia.

Más allá de que no es seguro que un súper consumo de esta vitamina sea efectivo en seres humanos para combatir problemas respiratorios, se puede exceder la dosis diaria sin ningún inconveniente, siempre dentro de un margen lógico. Ante cualquier duda, consulta con tu médico de cabecera.

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¿Cómo incorporar la vitamina E a la dieta?

Lo más habitual suele ser recurrir a cápsulas de vitamina E, que son muy utilizadas en todo lo referente a belleza, pero que pueden llegar a servir para el hígado graso, siguiendo la línea que propone este trabajo. Pero hay que recordar que, sobre todo, se trata de un beneficio en casos de esteatosis no alcohólica.

Si no quieres tomar suplementos y quieres mejorar este problema desde una órbita alimenticia, lo mejor que puedes hacer es consumir determinados alimentos. Entre aquellos que son ricos en vitamina E, te encuentras con las pipas de girasol, las almendras, el aceite de germen de trigo, las hojas verdes (espinaca, kale, acelga), el aguacate, el brócoli o las aceitunas, entre otros.

Una buena idea para que nunca te falte vitamina E y, de paso, obtengas muchos otros nutrientes más, es consumir a diario un mix de frutos secos que la contengan. Puedes poner almendras, avellanas, semillas de girasol, cacahuate y algunos otros frutos que puedan servir para este fin. Y así comerás algo rico y que te va a suministrar esta beneficiosa sustancia para combatir el hígado graso.

Otras propiedades de la vitamina E

• Buena para la artritis. Diferentes investigaciones dan cuenta que el consumo de vitamina E en la artritis reumatoidea ayuda a controlar la inflamación, dolor y pérdida de función de las articulaciones.
• Revitaliza el cabello. Si tu cabello está maltratado y sin brillo, la vitamina E no sólo lo revitaliza y lo deja resplandeciente, sino que además, repara las puntas dañadas y estimula su crecimiento.
• Para la piel. Esta es sin duda una de sus propiedades más aclamadas. De hecho, las cápsulas de vitamina E a menudo se emplean en muchas recetas y trucos caseros de belleza.