El turismo alternativo es aquel que trata de salirse de los tópicos habituales. Quizás algo apartado de las grandes ciudades y las típicas estructuras del turismo más tradicional, este propone una exploración mucho más exhaustiva. Se busca el contacto con la naturaleza, el regreso a las raíces. Camping, caminatas, lugares agrestes, conciencia ecológica, recuperación de hábitos saludables y reconciliación con el pasado son algunas de las cosas que no suelen faltar en él. En España existen muchas opciones.
Para aquellos que gustan del turismo de salud, los baños termales son una opción genial. Es que permiten conjugar dos cuestiones muy importantes: un entorno natural apropiado, agradable a la vista; pero también un sitio donde se puede ayudar a mejorar la calidad de vida y tratar alguna dolencia. También, en españa existen una buena cantidad de balnearios con aguas termales.
Recorrer mercados medievales, sin duda alguna, es una de las gratas maneras que uno tiene de hacer turismo alternativo. Sumergirse en otros períodos históricos y vivir una fiesta popular como si de siglos atrás se tratara. Además, siempre hay espectáculos, teatro, entretenimiento para niños, puestos de gastronomía y ferias muy nutridas. Y, lo más importante, en toda España hay opciones a lo largo del año para participar de alguno, ya sea como espectador o como expositor.
Por supuesto, los parques nacionales y los lugares en donde la naturaleza nos permite acampar son siempre una opción única para conectarnos con un entorno que nos llevará al extremo opuesto de la vida citadina. Montañas o lagos; ríos o bosques; playas o sierras. En el lugar menos esperado puede llegar a estar el próximo sitio que volverás a visitar.
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