¿Te ha pasado que has comprado un blend de té con perfil toffee y encontraras dentro de sus hebras unos curiosos cubitos que no terminabas de identificar? Pues eso es ni más que ni menos que caramelo, una tendencia bastante instituida dentro de los blends de té negro que se comercializan en la actualidad. Para aquellos que gustan de mezclas con perfiles dulzones, pues es hora de que conozcan un poco más de esta combinación tan atinada.
Trocitos de caramelo dentro de tu taza de té
Sin duda alguna, estas variedades de té que vienen con trocitos de caramelo, todos ellos blends (claro está), apuntan a aquel grupo de gente que le gustan los sabores más bien dulces dentro de las gamas del té. Es que generalmente, el caramelo que trae el té ya de por sí es dulce. Y suele formar parte de blends donde, además, hay chocolate, café, sabores "cremosos", vainilla o coco, por poner algunos ejemplos.
Habitualmente, por una cuestión de compatibilidad de sabores, los tés con toffee encuentran sustento únicamente en un té negro profundo, o como mucho un pu-erh. Pero uno no se imagina, al menos, combinando con un té verde.
Lo más normal dentro de los trocitos de caramelo es que sean esos bien mantecosos, dulces, perfumados con vainilla. Pero también los hay con chocolate o con café, por ejemplo. Es realmente un deleite ver cómo se disuelve con el agua caliente, y cómo va liberando sus sabores, aromas e interactuando con la infusión.
Esta clase de tés son geniales para esos momentos que son una pausa, que te invitan al deleite de los sentidos. Va muy bien para después de comer, pues casi un postre. Y ni que hablar cuando necesitas distenderte un rato y hacer que una rica bebida te despeje y te ayude a pensar, a dejar volar tu imaginación o simplemente a encontrar ese regocijo que estabas necesitando.
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