La enfermedad de la polio no es muy común actualmente, en 1988 había 350.000 casos, mientras que en 2015 fueron 37 los identificados. Esto es gracias a la lucha durante años para erradicarla. Sin embargo mientras haya una persona infectada, corren riesgo millones. La vacuna de la polio ha hecho una gran diferencia y es la mejor forma de prevenirla.
Qué es la poliomielitis
La enfermedad de poliomielitis es viral pudiendo llegar a afectar a los nervios causando parálisis parcial o total. También se la conoce simplemente como polio, ya que es causada por el poliovirus. No tiene cura, pero es prevenible con la administración reiterada de la vacuna para la poliomielitis.
El periodo de incubación tiene un promedio de 7 a 14 días, aunque puede extenderse hasta 30. Esto quiere decir que desde que contraes el virus pueden pasar desde 7 a 35 días para comenzar a sufrir los síntomas, aunque también es posible que nunca se presenten.
Hay tres tipos de pliomielitis: sublínica (la más común, también conocida como 1), no paralítica (el último caso reconocido fue en 1999 en la India, es la producida por el virus 2) y paralítica (causada por el virus 3 y casi inexistente).
Causas
Las causas de la poliomielitis son todas relacionadas al contacto con el poliovirus. El mismo se propaga de diferentes formas, entre las que se destacan el contacto con...
- Mocos o flema. La saliva y la mucosidad puede contagiar el virus de una persona a otra.
- Heces. Este virus se multiplica en tu intestino y sale por las heces, el contacto con las mismas puede transmitir el virus.
- Agua. El poliovirus también puede transmitirse si bebes agua contaminada, por esto es tan importante beber agua segura.
Síntomas
Los síntomas polio no varían mucho según el tipo, en caso de la paralítica (tal como lo indica su nombre) puede, gradualmente, producir la parálisis de diferentes partes del cuerpo, de forma parcial o total. Estos son los síntomas de la enfermedad poliomielitis más común, la subclínica o del tipo 1.
- Molestia general. Como cualquier tipo de infección, al bajar las defensas y al mismo tiempo intentar luchar contra el virus te sentirás decaído y mal durante todo el día.
- Fiebre. Es una de las formas en que tu cuerpo intenta eliminar el virus.
- Vómitos. El malestar general puede llegar a producir vómitos, principalmente durante las mañanas y después de comer.
- Dolor de cabeza. Suele ser fuerte y puede estar acompañado del dolor de garganta.
Estos son los síntomas más comunes en la enfermedad de polio pero recuerda que en algunos casos no se presentan y sólo puede detectarse la polio mediante diversos tipos de pruebas y exámenes.
Prevención
La mejor forma de prevenir la poliomielitis es aplicando las vacunas creadas con este fin. Hasta el momento son 5 y desde el siglo XX se viene estudiando e incorporando nuevas, la última en 2009.
- Vacuna polio oral o vacuna antipoliomielítica oral (OPV).
- Vacuna antipoliomielítica con virus inactivado (IPV).
- Vacuna sabin oral bivalente, para virus debilitados (bOPV)
- Vacuna salk o vacuna polio inyectable con virus inactivos o muertos.
- Vacunas antipoliomielíticas orales monovalentes (mOPV1, mOPV3)
Puedes aplicarte la vacuna de la poliomielitis en cualquier centro de salud, en algunos países son parte del plan de vacunación y en otros deberás pagarla o encontrar un médico de confianza que pueda aplicar la vacuna de polio.
Tratamiento
El tratamiento para la poliomielitis tiene como fin controlar los síntomas, ya que no hay ninguno que haya logrado controlar la infección.
- Antibióticos. Se utilizan para tratar infecciones relacionadas, principalmente las urinarias.
- Calor. El uso de compresas caliente es una de las opciones para lidiar con el dolor que provoca el virus de la poliomielitis.
- Analgésicos. Se recomiendan para tratar dolores en general, como los musculares y el de cabeza.
- Ejercicios. Se realizan para mejorar y recuperar la fuerza muscular.
Síndrome postpolio
A pesar de llevar adelante un tratamiento para la poliomielitis es posible que años después sufras lo que se conoce como el síndrome de postpolio (SPP). Se caracteriza por el debilitamiento de músculos afectados por la infección y otros que no habían sufrido daños.
Sus principales síntomas son debilidad muscular, fatiga, atrofia muscular, dolor y degeneración muscular. Si bien no existen tratamientos efectivos, generalmente se recomiendan ejercicios para mejorar la fuerza muscular.
Lamentablemente no hay una forma de prevenir el síndrome postpolio, sin embargo llevando una vida saludable, descansando correctamente, evitando fumar y llevando a cabo una rutina de ejercicios, reducirás los riesgos de sufrirlo.
Otros virus que puedes contraer
Cada día estás expuesto a miles de virus y bacterias, no todas te afectan pero siempre es importante conocer las diferentes enfermedades que puedes contraer.
- Virus de la rubéola. No es una enfermedad peligrosa, pero pude convertirse en una cuando ataca a una embarazada. Se transmite por contacto cercano o el aire y puede prevenirse aplicando una vacuna.
- Virus Coxsackie. También conocido como virus mano pie, es normal en niños menores de 10 años y produce fiebre, dolor, úlceras y pérdida del apetito.
- Mononucleosis infecciosa. La enfermedad del beso es leve, tanto que puede puede pasar desapercibida. Entre sus síntomas se encuentra la fiebre, dolor de garganta, cansancio y erupciones cutáneas.
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