Dormir bien, clave de una perfecta figura física

Dormir una media de ocho horas diarias es beneficioso para nuestra salud. Recientes estudios contrastados señalan que dormir ocho horas o más ayuda a disminuir la tendencia a padecer obesidad.

En contra de lo que intuitivamente pudiéramos suponer, dormir más no nos hace engordar más, sino todo lo contrario. Y es que estos estudios han descubierto una relación inversamente proporcional entre las horas de sueño y el aumento de kilos. La responsable es una hormona, la leptina, que regula el apetito y el peso. Podríamos decir que esta hormona es la encargada de pasarle al cerebro la información de los niveles de energía que tiene el organismo en cada momento, de forma que éste sepa si ha llegado o no el momento de conseguir más aporte energético.

En este sentido, se ha comprobado que la ausencia de sueño provoca, entre otras consecuencias, la reducción de esta hormona, perdiendo el cerebro, así, información sobre la energía existente en el organismo. No es extraño, entonces, que el cerebro crea que el organismo necesita obtener nuevas fuentes energéticas a través de la ingesta de alimentos, aún cuando éstas no sean necesarias.

Los expertos señalan que, en contra de lo que se tiende a creer, no es correcto asociar los tiempos de vigilia con un mayor desgaste calórico, puesto que no tiene tanto que ver con la cantidad de actividad sino con las carencias provocadas por la falta de sueño.

Así pues, la conclusión es bien sencilla: dormir ocho horas al día nos ayuda a estar sanos, despejados y mentalmente más frescos y, ahora, también sabemos que en sí, puede constituir una forma efectiva de, si no adelgazar, al menos sí mantener el peso y no engordar.