Remedios para combatir el dolor de espalda

De forma habitual, las lesiones o dolencias relacionadas con la espalda, tales como la lumbalgia o la espondilitis anquilosante –conocida popularmente como artritis de columna- son tratadas con un periodo más o menos prolongado de reposo, además de la concurrencia de algún que otro medicamento antiinflamatorio. Dicho reposo conlleva, necesariamente, permanecer un tiempo alejado del trabajo.

Sin embargo, algunos informes recientes revelan que este reposo, entendido como ausencia total de actividad, no resulta tan beneficioso como en principio se piensa, ni siquiera para la propia dolencia.

Expertos en sociología aseguran que la ausencia prolongada del trabajo aumenta en el paciente su desvinculación del entorno en el que habitualmente se desarrolla socialmente, además de aumentar considerablemente la incidencia de lo que podríamos dar en llamar la "reentrada" en la actividad laboral una vez superada su dolencia. Más allá de cuestiones meramente emocionales, parece confirmarse que la inactividad ni siquiera contribuye a una mejor recuperación de la propia dolencia –aunque muchos médicos no aconsejan la reincorporación al trabajo hasta no haber conseguido una recuperación al cien por cien-. En cierto modo, la aplicación de técnicas de fisioterapia desde el primer momento reduce ostensiblemente el periodo de recuperación.

Por este motivo, la situación ideal identificada viene dada por una combinación entre la intervención temprana de la fisioterapia, un periodo de inactividad relativa –en el que se aconseja la práctica de ejercicio físico atenuado controlado por un especialista- y una reincorporación laboral paulatina cuyo nivel de actividad permita una readaptación progresiva.

El resultado de esta terapia siempre será, en el peor de los casos, menos traumático y más rápido que el tradicional reposo absoluto y la incidencia de éste en el plano emocional del paciente / trabajador.