El té en Brasil es poca cosa comparada con el café, producido en las enormes plantaciones del norte del país. El chá, como le dicen ellos, se elabora en el té, y va en claro ascenso en estos últimos tiempos. ¿Quieres conocer un poco más acerca del mundillo del té en este país sudamericano? Pues entonces no tienes más que continuar con esta nota.
El té que se llama chá
El origen del té en Brasil se remonta al siglo XIX, cuando desde la colonia portuguesa de Macao exportaban plantas para que prendan en la zona. Así es como el té allí se llama chá, tal como se lo apela en China.
Un potencial mercado de 200 millones de personas
La mayoría del té en Brasil se encuentra producido en el sur del país, en la región de Paraná. Esta zona, lindera con Paraguay y Argentina, comparte con dichos países la capacidad de albergar geniales plantaciones de Camellia Sinensis, como así también de otras hierbas para infusionar, tales como la yerba mate.
Prácticamente toda la producción se encuentra situada en dicha área, aunque de todas formas hay que decir que no es tanta la cantidad de té que se produce comparada con las grandes potencias. Y ni hablar con respecto al café, el cultivo dominador en materia de infusiones en dicho país latinoamericano.
Aún así, Brasil tiene un potencial mercado de 200 millones de habitantes. Y es cuestión de que se ponga un poco más de moda y se venga todo un boom en un lugar en donde, de todas formas, el té no para de crecer.
El impulso gourmet
Cada vez es más habitual encontrarse con tiendas de té que promueven algo más gourmet y también con marcas locales que se destacan por su producción artesanal y apelando a un público de media/alta gama. Allí uno se puede topar con marcas tales como Amaya, Talchá, A Loja do Chá o los argentinos Tea Connection, líderes en este segmento en su país de origen. La mayoría son importadores, pero valen como vías de apertura del mercado hacia otros paladares más sofisticados y entendidos en la materia.
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