La planta de té, la Camelia Sinensis, es originaria de China y en oriente ha sido considerada por miles de años como una planta sagrada.
Su fama se debe a su inigualable sabor que la ha convertido en la segunda bebida más consumida a nivel mundial. Este hecho se suma a la gran variedad de propiedades medicinales y beneficios curativos que puede ofrecerle a la salud del cuerpo humano.
Estas razones son las que han provocado que en el mundo occidental también se le preste mucha atención y se hayan realizado numerosos estudios médicos para certificar sus bondades medicinales.
La gran mayoría de los países del mundo quisieran producir té pero esto no es siempre posible. En los últimos años la producción de té se ha extendido a África y a América Latina.
La producción en América Latina sólo representa un pequeño porcentaje de la producción mundial. La mayor parte del té de América Latina se cultiva en Argentina.
Pero también un poco de té se cultiva en algunas otras zonas, sobre todo en Brasil, cerca de la frontera con Argentina. Aun así, la producción total es sólo un pequeño porcentaje de la producción mundial.
La mayor parte se exporta a los Estados Unidos para ser utilizado en mezclas para elaborar té helado.
Las primeras plantaciones de té en la Argentina, datan desde 1924. Un sacerdote llamado Hnatiuk fue quien introdujo las primeras semillas en el país.
Cuenta la leyenda que el sacerdote trajo las semillas de té escondidas bajo su sotana. Estas plantas aún se encuentran con vida y son una reliquia para los aficionados del té en Argentina.
Recién pasada la mitad del siglo XXl, fue que las plantaciones comenzaron a cobrar importancia económica. Antes de la década de los años 50, la demanda provenía exclusivamente del mercado interno. Su consumo era típico de las clases pudientes y de mayor poder adquisitivo.
A partir de la grave crisis económica del año 1952 que sufrió el país, el gobierno se vio obligado a realizar cambios en las políticas de producción agrícola, lo que benefició a la producción de té existente en la época.
En la actualidad, la producción nacional de hojas extraídas por zafra, ronda las 273.000 toneladas. Esta cantidad luego desciende al secarse las hojas, lo que da unas 60.000 toneladas de producto final.
¿Dónde se cultiva té en Argentina?
Las grandes plantaciones se ubican en las provincias de Misiones y de Corrientes. Se cultivan más de 40.000 hectáreas que representan el 80 % de la producción de té en Sudamérica.
¿Cómo está catalogado el té argentino en el mundo?
Es considerado de llanura, ya que la producción se desarrolla a una altura que varía entre los 250 y los 300 metros sobre el nivel del mar.
Argentina se ubica en el décimo puesto como productor mundial de té. Y en el séptimo puesto como exportador. La tendencia del mercado en cuanto a la producción de té está en alza.
¿Has probado alguna vez el té de Argentina?
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