Conos de perfume

Los perfumes profanos

Todos hemos visto en infinidad de representaciones de fiestas y banquetes como los egipcios llevaban en lo alto de la cabeza lo que denominamos conos de perfume...

Todos hemos visto en infinidad de representaciones de fiestas y banquetes como los egipcios llevaban en lo alto de la cabeza lo que denominamos conos de perfume. Lo usaban tanto los hombres como las mujeres. Los textos también nos hablan de estos conos, y una canción de arpista dice "Coloca resina antyw sobre tu cabeza".

Estos conos estaban hechos de grasa de buey impregnada de diversos perfumes. De todos modos, no parece probable que el único ingrediente fuera la resina antyw, es decir, mirra, ya que en estado natural tiene muy poco aroma, y si le extraían el aceite, el producto sería líquido y no apto para fabricar conos. Por lo tanto la grasa debía estar perfumada con otras fragancias, además de la mirra. Pero ellos empleaban la palabra antyw de manera simbólica al estar considerada la mirra como la fragancia más exquisita que se pudiera imaginar.

A esta grasa animal quizás se le añadiera cera de abejas, que previamente había sido saturada en perfume. Observaremos que estos conos tienen un color más amarillento o anaranjado en la cúspide. Esto puede tratarse de una simple sedimentación del perfume en la grasa. No olvidemos que se fabricaban en moldes y que se desmoldaban como hoy en día hacemos con un flan. Por tanto, la sedimentación quedaría en la parte alta al invertir el producto, y la evaporación del aroma sería más fácil.

Los artistas egipcios, tan minuciosos en sus detalles nos muestran esa sustancia amarillenta derritiéndose por los laterales de los conos, y a veces empapando y manchando las sutiles vestiduras de los asistentes a las fiestas. Efectivamente estos conos estaban pensados para que la grasa se derritiera, ya que empleaban mezclas que se derretían a los 37ªC, es decir, el mero contacto con el cuerpo, o simplemente a la temperatura ambiente de Egipto, sería suficiente para que los conos se derritieran.

Hemos visto alguna representación en la que los conos ya no tienen esa forma tan puntiaguda, sino que son más planos, casi como una boina, lo cual nos indica que la fiesta ya estaba muy avanzada.

Al parecer el sistema de que la grasa perfumada les cayera por el cuerpo y las ropas no sólo no les molestaba, sino que para ellos era importante la hidratación de la piel que les proporcionaba la grasa, y también el que sus vestidos conservaran un buen aroma, aunque por ello tuvieran que mancharse.

El hecho de que un personaje apareciera con las ropas manchadas de perfume era un signo de riqueza.

Estos conos eran utilizados tanto por hombres como por mujeres, y su uso alcanzó su momento álgido a partir del Reino Nuevo.

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