El mundo del té se diversifica constantemente. Ya no sólo es el té en sí mismo, sino también los blends y, por supuesto, las infusiones herbales que se suman a bonitos packagings y promociones publicitarias. El té vende y está en su mejor momento. Y, por esto mismo, hoy se consigue prácticamente de todo.
Uno de los elementos más requeridos últimamente es el té de setas. O, mejor dicho, debería decirse infusión de setas. Ya a la venta en todo el mundo, tienen miles de años en su haber, pero están ganando mucha popularidad por diversas razones. Son buenas medicinalmente hablando, pero las compañías le han encontrado la vuelta para que sea un poco más que eso.
El té de setas generalmente está hecho de setas reishi (que son consideradas anticancerígenas, chaga y también de shiitakes. Y, para que su sabor no sea tan de setas y más cercano a una infusión, se lo muele hasta pulverizarlo, se lo presenta en un formato instantáneo (como si fuera un matcha o un café soluble) y, además, se le añaden sabores y esencias para hacerlo más atractivo. Anís, jengibre o cítricos son tan sólo algunas de las opciones.
La infusión de setas se prepara en polvo, como ya pudiste ver, con tan sólo un poco de agua caliente. Pero dicen que las que son de setas reishi, hay que dejarlas un rato más en infusión, pues así es como despliegan mejor su arsenal de propiedades.
Por cierto, esta última parte, la medicinal, no es un detalle menor en cuanto al preparado de esta infusión. Estas setas son marcadas como geniales para el sistema inmune, ayudando a levantar las defensas y aportando nutrientes sin igual. Por esta misma razón, no te puedes perder de probarlas.
Si te interesa conocer un poco más acerca de este mundo, no va a demorar mucho tiempo para que llegue alguna infusión de setas a tu tienda de té de cabecera.
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