Propiedades del té de ginseng

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Para qué sirve el té de ginseng

El ginseng tiene una fama muy importante en el mundo entero y esto se debe a sus múltiples propiedades, que lo han convertido en una planta habitualmente utilizada en los países donde originalmente se conoció (este asiático) y que prontamente hicieron que ganara difusión en diversas partes del globo. Si bien se puede consumir en comprimidos, tónicos u otras presentaciones, el té de ginseng suele aportar interesantes propiedades para aquellos que lo consumen.

Energizante

Uno de los usos más comunes, acaso el más habitual, de la infusión de ginseng
es el de planta energizante. Siempre ha tenido una gran fama de tónico energizante y esto, al parecer, es algo que efectivamente habrían demostrado algunos estudios. Incluso se afirma que ayudaría a combatir la fatiga en pacientes con cáncer.

Oxigenador

Además, el té de ginseng aumenta la capacidad de concentración, de atención y permite una mayor oxigenación para corazón y cerebro. Esto se debe a que tiene un potencial oxigenador y también irrigador de la circulación sanguínea.

Colesterol

Hay quienes sostienen que, además de combatir el cansancio, también es muy bueno el té de ginseng para el colesterol y la sangre en general, aliviando además los síntomas de estrés para quienes lo consumen. Debido al impacto metabólico que genera en el organismo y a la capacidad que tiene para ayudar a digerir las grasas, también se usa el té de ginseng para adelgazar.

Afrodisíaco

Además, el té de ginseng siempre ha estado indicado como uno de los más potentes afrodisíacos que existen desde tiempos inmemorables. Como habrás podido ver, una planta con propiedades completas y diversas por donde se la mire.

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Cómo preparar té de ginseng

¿Quieres saber cómo se puede preparar un buen té de ginseng? Pues es muy fácil. Compra la planta en polvo, que es la forma más fácil de conseguirla y prepararla, y sigue las instrucciones que verás a continuación. Son varias las infusiones de ginseng que puedes preparar.

Té de ginseng

Un té de ginseng común se prepara simplemente disolviendo el ginseng en polvo (una cucharadita, o media cucharada) en una taza de agua un poco por debajo del punto de hervor. Y luego se bebe como cualquier té, con o sin endulzar, como más te guste.

Té verde con ginseng

Es bastante habitual hacer té verde con ginseng. Esto es muy bueno para potenciar el efecto energizante que tiene esta bebida. Simplemente te preparas un té verde y le añades una cucharadita de ginseng en polvo antes de echar el agua en la taza. También va muy bien un té verde con ginseng y limón, por ejemplo, es una combinación fabulosa y que aporta maravillosas propiedades para tu cuerpo.

Té rojo con ginseng

Un té rojo con ginseng te puede dar muchísima energía y vitalidad, pudiendo resultar muy bien también para el corazón, adelgazar y otras cuestiones similares. Se prepara simplemente como la infusión de té verde y ginseng. Te haces un té rojo como lo preparas habitualmente y le añades un poco de ginseng en polvo o rebanadas de la raíz.

Otras infusiones similares que puedes conocer

Ahora que ya conoces lo beneficios del ginseng y también otras cuestiones interesantes acerca de su preparación, puedes descubrir otras geniales infusiones energizantes y con buenas propiedades.

• Té de jengibre. Otra excelente preparación cuyas propiedades no distan tanto de la del ginseng. Un rico té de jengibre jamás fallará-
• Té de canela. Aromático, energizante y lleno de buenas propiedades. ¿Te vas a resistir al té de canela?
• Té negro. Un clásico que jamás falla. Energía, vitalidad y sabor.