El trabajo realizado en base a una encuesta, se publicó en el British Journal of Management, y contenía preguntas acerca de los rasgos afectivos y las características demográficas de los ejecutivos.
Para evaluar el nivel de riesgo económico se emplearon medidas relacionadas con el riesgo general, el riesgo de crédito y las carteras de préstamos, información obtenida a partir de las cuentas anuales de los bancos.
Los investigadores utilizaron dos variables: la variabilidad de resultados y el riesgo de crédito, divididos en tres grandes créditos: comerciales, créditos con alguna garantía real (vinculada a las hipotecas) y por último los arrendamientos financieros.
La conclusión del estudio es que los mayores rasgos emocionales negativos de los ejecutivos produjeron una mayor proporción de créditos con garantías reales, y menos arrendamientos financieros, (con mayor riesgo), mientras que en el caso de los créditos comerciales no se encontró ninguna influencia de las emociones.
En efecto, el control de las emociones influye en la calidad de las decisiones personales y profesionales. El mecanismo central se basa en lo que tengas en mente a través del proceso de pensamiento.
El proceso de contralor no significa que no se deba pensar, todo lo contrario, sino comenzar a seleccionar aquellos pensamientos que vienen a la mente dejando pasar los que previamente hayas calificado como de influencia negativa para minimizar el impacto.
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