Qué es la inteligencia emocional

Bajo el modelo de la Inteligencia Emocional (IE) se pretende significar todo un conjunto de habilidades de procedencia psíquica que influyen en nuestra conducta, es una destreza que nos permite conocer y manejar nuestros propios sentimientos, ...

Entendida por algunos como estrategia, por otros como una actitud ante la vida, y por unos pocos como una falacia sin base, lo cierto es que la inteligencia emocional está transformando la manera de entender los negocios y la educación.

Nacida como respuesta a una serie de problemáticas de tipo social en Estados Unidos –principalmente la violencia adolescente en los colegios-, la Inteligencia Emocional ha promovido cambios sustanciales en los criterios de evaluación de las personas en su desarrollo profesional y educativo.

La inteligencia, tal y como ha sido interpretada tradicionalmente –esto es, la capacitación cognoscitiva tal cual-, ha sido durante siglos el valor más primado a la hora de evaluar la capacidad de un trabajador, un alumno –siguiendo con el ejemplo de la educación- o un directivo. Sin embargo, en numerosas ocasiones nos encontramos con personas que, sin poseer demasiados conocimientos específicos relacionados con su actividad, consiguen un éxito mucho mayor que otras dotadas de un brillante bagaje intelectual.

Evidentemente, no es cosa de magia ni de suerte. Estudios contrastados han demostrado que en el éxito de estas personas en principio, no tan brillantes, interviene de forma espectacular su capacidad de "conectar" con su entorno, de conseguir mayor implicación de sus compañeros o subordinados gracias a valores como la empatía, la simpatía, etc. En pocas palabras, su capacidad de rodearse de un entorno psicológica y emocionalmente agradable y armónico les coloca en una posición muy ventajosa para enfrentar situaciones complicadas y conflictos. El equilibrio emocional y la actitud positiva proporcionan la firmeza que la capacidad cognoscitiva no puede otorgar: "hace más el que quiere, que el que puede".

La inteligencia emocional interpreta, por ejemplo, que el éxito de los directivos de una organización empresarial depende más de su capacidad para encauzar desde el punto de vista emocional las voluntades de los componentes de su equipo para potenciarlas en la misma dirección, y no tanto en su capacidad de gestión pura y dura.

En definitiva, parece probado que la correcta "gestión" de las relaciones interpersonales y la motivación emocional cobra una relevancia mayor que las capacidades profesionales y los incentivos materiales. En este cambio tan radical en el modo de hacer empresa, la aplicación de políticas y estrategias basadas en la inteligencia emocional es crucial.

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