Los ejercicios para la flexibilidad, sólo pocos minutos al día, aunque no sea sistemáticamente, producirán efectos más espectaculares de lo que crees.
- Sentado en el piso. Coloca una planta del pie contra otra. Acerca los talones lo máximo que puedas al cuerpo. Baja las rodillas hacia el suelo hasta donde llegues y mantén 5 segundos la posición. Repite 10 veces. Puedes ayudarte empujando lenta y cuidadosamente con las manos. Aquí estirarás los aductores, músculos de la parte interna de la pierna.
- De espaldas al suelo. Eleva las piernas y lleva las rodillas al pecho. Con las manos ayudas a que las rodillas intenten tocar el tronco. Mantén 5 segundos y afloja. Repite 10 veces. Este ejercicio trabaja estirando espalda lumbar y un poco de glúteos.
- De costado. La pierna que está por debajo colócala estirada en diagonal hacia adelante. La otra, la que está por arriba, flexiona la rodilla y toma con la mano del mismo lado el tobillo. Estira llevando el talón hacia el glúteo sin curvar la espalda. Repite del otro lado.
- Sentado en el piso. Una pierna estirada al frente. La otra flexionada libremente, en la posición que menos te moleste. Inspira y flexiona el tronco hacia el frente espirando. Mantén 10 segundos y vuelve. Repite del otro lado. Este ejercicio flexibiliza la parte posterior del muslo.
- Sentado en el piso. Una pierna estirada. Flexiona la otra, cruzándola por encima de la anterior, de modo que la rodilla quede separada de la otra pierna, con las manos lleva la rodilla al pecho. Mantén 10 segundos y repite del otro lado. Aquí deberías sentir el estiramiento en el glúteo.
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