El spinning es una actividad aeróbica de alta intensidad, con momentos en que se transforma en anaeróbica (sin presencia de oxígeno), por lo que constituye un ejercicio donde el esfuerzo que se realiza es de cierta importancia, llegando a límites submáximos.
La música, la voz de aliento del instructor y el ritmo cambiante son los condimentos de la clase de spinning que vista desde afuera parece más intensa de lo que realmente es.
De todos modos, es conveniente que la resistencia al movimiento la vayas controlando, para poder terminar la clase con el cansancio lógico, pero sin haber hecho un esfuerzo exagerado.
Tienes que adaptarte lentamente a la carga de entrenamiento de spinning, para ir asimilando el ejercicio en forma progresiva.
Los elementos que no son obligatorios, pero sin embargo serán una ayuda importante en la práctica de spinning son:
- Bidón: Medio imprescindible para hidratarse convenientemente, ya que las sesiones se realizan generalmente en ambientes cerrados y se suda mucho, a pesar de la climatización.
- Toalla: Para evitar mojar exageradamente la bicicleta y el suelo. Sirve también para absorber el sudor de la frente y de esta manera no tener dificultades en la visión.
- Culote: Si el sillín de la bicicleta es estrecho es recomendable utilizarlos porque otorgan mayor comodidad al movimiento.
- Zapatillas con cala automática: Te posibilita un mejor acople al pedal, quedando el pie más sujeto y seguro.
Las clases de spinning pueden parecer que se trata sólo de pedalear, pero hay una serie de gestos y movimientos que brindan riqueza y variedad a la actividad, haciéndola más divertida y compleja, obteniendo de este modo mayores beneficios.
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