Qué es una limpieza facial
Una rutina de limpieza facial es un tratamiento te ayudará a mantener la higiene de tu piel. Hay muchas razones por las cuales tu piel acumula suciedad: la contaminación ambiental, el maquillaje y el estrés son tal sólo algunas de ellas. Una limpieza facial profunda de vez en cuando le devolverá a tu piel la vitalidad, luminosidad, frescura y salud que pierde en el día a día.
Aunque a diario limpies tu piel con jabón o algún tipo de loción o tónico en tu rutina de limpieza facial diaria, no es suficiente. Tu rostro produce sebo en sus glándulas sebáceas, a éste se le suman células muertas y bacterias del ambiente que tapan los orificios de los folículos polisebáceos, lo que a medio plazo puede generar puntos negros, granitos y otras imperfecciones en tu cutis.
Aunque las lociones limpiadoras ayudan a mantener tu piel limpia, no actúan de forma profunda. Además cada tipo de piel requiere una limpieza de cara diferente, con productos especiales. Conoce cómo llevar a cabo una limpieza facial casera según cada tipo de piel.
Cómo hacer la limpieza facial en casa
Realizar una limpieza de cutis casera es muy fácil, pero debes conocer los trucos para adecuarla a tu tipo de piel. Toda rutina de limpieza de cara debe contar con pasos para limpiar, hidratar y recuperar la piel, siempre con productos pensados especialmente para el tipo de piel a tratar.
Los expertos recomienzan realizar una limpieza facial profunda casera una vez a dos por año en pieles sensibles, mientras que los cutis graso o seco requieren más atención con limpiezas cada dos o tres meses. Sin embargo estos tiempos no son exactos ya que tus hábitos, ambiente y cambios en la piel son los que deben marcar el ritmo de sus cuidados, por ejemplo, una limpieza de cara casera en la piel grasa debe realizarse cuando notes que el sebo comienza a ser excesivo, lo mismo sucede con la resequedad en pieles secas.
Sigue pasos para una limpieza facial según tu tipo de piel para devolverle la vida, mantenerla saludable, darle una textura tersa y sobre todo limpiarla a fondo. Toda limpieza comienza con un desmaquillante, el cual debe comenzar su aplicación en la zona de los ojos, luego los labios y finalmente el resto del rostro.
Piel grasa y acneica
Llevar a cabo una rutina de limpieza facial piel grasa es esencial para mantener los granitos y puntos negros al margen. Las pieles grasas se caracterizan por acumular sebo que no sólo provoca un aspecto brillante no deseado, sino que también la aparición de granos e imperfecciones que nadie desea en su rostro.
- En primer lugar debes tener en cuenta que el desmaquillante a usar nunca debe ser a base de aceites, ya que empeorarán tu problema. En cambio puedes elegir un desmaquillante de yogur o leche. Aunque en la zona de los ojos el maquillaje puede ser más difícil de quitar, por lo que el aceite de almendras es una buena opción, pero procura sólo aplicarlo en esta zona y con mucho cuidado, ya que es una parte delicada del rostro. Una vez retirado el maquillaje aplica un tónico de cítricos para tonificar tu cutis.
- Continúa la limpieza con una mascarilla exfoliante astringente de pepino y limón, te ayudará a limpiar tu piel a fondo. Uno de azúcar y limón o de carbón activado también son excelentes opciones, para limpiezas aun más profundas.
- Culmina la limpieza con un gel hidratante libre de aceites, uno de los mejores productos para mantener tu piel grasa hidratada o bien una opción casera en base a patatas, leche y miga de pan remojada.
Piel sensible
Una rutina facial también tiene sus cuidados particulares, ya que este tipo de pieles son muy especiales en cuanto a los productos que debes usar. Hay ingredientes que en otros tipos de pieles no provocan ningún tipo de problema, pero en una piel sensible puede provocar irritación, molestias, inflamación y enrojecimiento.
- Un excelente desmaquillante para pieles sensibles requiere de dos ingredientes: aceite de oliva y tomillo. Comienza preparando una infusión de tomillo y llena un pequeño frasco hasta la mitad con la misma. Termina de rellenarlo con aceite de oliva. Actúa de la misma forma que los productos de belleza bifásicos, debes agitarlo para mezclar ambos ingredientes siempre antes de usarlo.
- Sigue con la limpieza de tu rostro usando un jabón de avena, pensado especialmente para pieles sensibles. Utiliza agua tibia para penetrar los poros, pero no muy caliente, ya que puede provocar enrojecimiento y molestias. Este jabón actúa como un exfoliante suave, perfecto para tu tipo de piel.
- Luego aplica una mascarilla para pieles sensibles compuesta por un plátano, miel, un huevo y harina de avena. Deja actuar entre 20 y 25 minutos.
- Finaliza tu rutina hidratando tu rostro con el beneficioso aceite de coco.
Piel seca
Los productos de limpieza facial para pieles secas deben ser elegidos con mucho cuidado, ya que una mala elección pueden resecar tu piel rápidamente. Tanto los productos para pieles normales como grasas pueden darte el resultado contrario al que estás buscando.
- Cualquier aceite esencial es bueno para retirar el maquillaje luego de un largo día. Los más recomendados son el aceite de oliva, coco y almendras. Elige tu preferido o el que tengas más a mano.
- La piel seca es bastante sensible y debes tener cuidado con los exfoliantes que eliges, deben ser suaves y poco invasivos. Te recomiendo un exfoliante de lavanda con aceite de oliva y aceite blanca o integral.
- Para terminar puedes eliminar los restos del exfoliante con agua fría, luego aplicar con un algodón agua de rosas y finalmente hidratar con una mascarilla de nata y yema de huevo para pieles secas.
Cómo armar un kit de limpieza facial
El kit de limpieza facial perfecto, sin importa tu tipo de piel debe contar con los siguientes productos.
- Desmaquillante. Puede ser uno casero como aceites, leche o yogur; pero también puedes usar cualquier producto disponible en el mercado diseñado para tu tipo de piel.
- Exfoliante. Los exfoliantes limpian tu piel en profundidad y los hay de todo tipo: para pieles sensibles, con puntos negros, secas... Es importante que no los apliques con demasiada regularidad ya que eliminan células de tu piel, éstas se renuevan cada 28 días y si las retiras con demasiada regularidad puedes dañar tu cutis.
- Hidratante. Es muy importante que al finalizar cualquier tratamiento, sin importar qué tipo de piel tengas, hidrates tu piel. Si bien estos tratamientos son para mantenerla saludable, también son algo abrasivos por lo que debes proteger tu piel luego de usarlos.
- Algodón. Indispensable para aplicar cualquier producto. Usando algodón evitas contaminar tu rostro con la grasitud de tus manos.
- Agua tibia. El agua a temperatura tibia te ayudará a abrir tus poros, ayudando a que cualquier producto que apliques penetre en profundidad.
¿Te quedaron dudas sobre cómo hacer una limpieza de cutis casera? Despéjalas en este video con una rutina de noche, hecho especialmente para ti.
Trucos para cuidar tu piel
Tener una rutina limpieza facial es tan sólo uno de los trucos que debes conocer para que tu piel se vea y sienta maravillosa, pero eso no es todo. Ten a mano estos consejos para cuidar la piel de todo tu cuerpo a diario.
- Cómo cuidarla a la noche. Dormir en una habitación ventilada, descansar 8 horas diarias, desmquillarte antes de ir a la cama y usar diferentes aceites naturales son algunos consejos que debes tener en cuenta para cuidar tu piel a la hora de ir a dormir.
- Cómo mejorar su textura. Hidratar, exfoliar, proteger son tres pasos indispensables para mantener tu piel saludable. Con estos tratamientos mejorarás su textura, pero no olvides las mascarillas caseras.
- Cómo mantenerla joven. Usar mascarillas, depilarte correctamente, reafirmarla con tónicos y lociones y por supuesto evitar la resequedad de tus labios son algunos de los mejores trucos para mantener tu piel joven.
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