Se acerca fin de año y todos están preocupados pensando en cómo la dieta puede romperse de un segundo a otro. Comer en abundancia es algo habitual en estos días, pero no debes resignarte sin tratar de preparar un interesante menú light para la comida de nochevieja. Lo bueno es afilar el ingenio y ofrecer alternativas que no sean excesivas en calorías, pero que puedan sorprender tanto a los que estén a régimen, como también a los invitados.
Una grata idea es disponer de varios entrantes. Por ejemplo, unos tomates rellenos rara vez suelen fallar. Los patés vegetales también resultan de gran forma, pudiendo acompañarse con vegetales crujientes (tallos de apio, bastones de zanahoria, de pepino, etc.) y también con algunos trozos de pan integral tostado.
Ya a la hora del plato principal, los que prefieran algo marítimo quizás se sientan atraídos por unos calamares rellenos. Los que se inclinen por otro tipo de cosas, tal vez les vaya bien un riquísimo pollo con salsa de espárragos. Puedes acompañar con verduras y ensaladas varias.
A la hora de los postres, una mousse light de naranjas o una de fresas son ambas una buena elección, ya que se pueden servir con alguna salsa ligera de frutos. Así todos dispondrán de interesantes opciones y no se saldrán de la dieta. Vamos, que la comida de año nuevo no tiene por qué ser una tortura y puedes disfrutarla sin culpas.
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