La medicina de los chamanes

Las terapias naturales de medicina alternativa han encontrado últimamente en los remedios de los chamanes mexicanos un buen punto de partida para encontrar tratamientos a multitud de dolencias.

En las tradiciones indígenas mexicanas, el chamán procuraba sanar el alma para así sanar el cuerpo. En una tradición que podría ser entendida en armonía con la visión holística, el alma se erige la llave de acceso al interior del plano físico del hombre.

Para esta tradición, superviviente a la colonización y posterior occidentalización de la sociedad mexicana, el plano espiritual rige los designios del físico, y no al revés.

En una época en la que la sociedad vuelve su mirada hacia métodos y planteamientos arcanos, tanto en el plano filosófico como práctico, cobra cada día más fuerza el auge de corrientes de pensamiento, terapias y modelos productivos que encuentran en la naturaleza y el equilibrio entre lo físico y lo trascendental su principio fundamentadle acción y reacción.

En México, terapias como temascal –baños de vapor medicinal- y las infusiones terapéuticas cobran cada vez mayor prestigio y calado, logrando desplazar a técnicas y fármacos cuyos efectos secundarios acaban por constituir el mayor índice de rechazo entre la población.

Los rituales mágico-religiosos, muchas veces apoyados en el uso de plantas medicinales –como los hongos sagrados y el peyote-, dirigen su acción hacia la elevación del grado de conciencia hasta una posición acrecentada durante un lapso de tiempo durante el cual el chamán acompaña al paciente en la búsqueda y posterior sanación de aquellas parcelas de su alma que se encuentran mermadas. De este modo, la sanación espiritual lleva a la sanación física.

El auténtico handicap con que se encuentran los chamanes es que, a diferencia con la India, donde se instruye a los jóvenes en las terapias naturales como el Ayurveda como parte de su formación académica, en México existe una gran falta de información, documentación e institucionalización en lo que a la medicina natural indígena se refiere, lo que contribuye en gran medida a la aparición de farsantes y falsos chamanes que, lejos de aplicar técnicas reales de beneficios efectivos, sólo persiguen el fraude y el enriquecimiento personal.