Para quienes siendo conocedores del extenso tema del yoga, o por lo menos algo versados al respecto, podrá parecerles extraño nuestro sistema denominado "Yoga de la Luz", pues poco a nada se ha dicho al respecto; y si aún acuden a las fuentes autorizadas acerca de él, notarán que no se le menciona. Quiero primero aclarar algo substancial respecto del Yoga, antes de dilucidar este punto.
El origen del Yoga
No obstante Existiendo muchas fuentes tanto geográficas como documentales sobre la formidable Ciencia del Yoga, debe confirmarse como primera instancia en que todas ellas concuerdan con un punto de partida: el origen del Yoga brotó originalmente del Ser supremo, o Ser Absoluto, Dios mismo, quien le comunicó la excelente ciencia del yoga a inigualables discípulos supramundanos, quienes siendo los primeros receptáculos la transmitieron a los siguientes discípulos, los grandes Sabios y dioses quienes se convirtieron en la posteridad como los primeros instructores de la humanidad.
Sin embargo para doctrinas tan eminentes como el yoga, que vienen a ser manifestaciones culturales de las civilizaciones Indo-arias, prevédicas, Védicas, Támiles entre otras, dentro del gran Sub-continente de la India, podemos claramente definir la tradición del yoga en dos vertientes principales que a su vez dividen y subdividen el yoga en determinadas formas según sea la(s) técnica(s) a utilizar.
Tradiciones del Yoga
La primera y posiblemente la mas arcaica, pues su antigüedad está aún hoy en día indeterminada, es la "Tradición Támil Shiva Yoga Sidhanta"; que brotó hace miles de años en el sur de la India y de la cual se cuenta a los Támil Sidhas (Hombres realizados) como origen y fundamento de innumerables tratados de medicina, alquimia, poesía, literatura, magia, y por supuesto del Yoga. Entre ellos figura Patánjali, autor de los yoga sutras, tal vez la más famosa y respetada versión del Yoga, a la cual es necesario acudir una y otra vez si se es un estudioso serio del tema.
Otro Támil Sidha fue Vyasadeva, autor de la epopeya del Mahabharata, y del Srimat Bagavatan, reconocidos escritos sobre la encarnación del Dios del amor, el bendito señor Krishna.
Célebres también en esta tradición, y no menos famosos fueron Boganatar, Agastia, Ramadevar, y Tirumular autor del tirumandilan; todos ellos originaron grandes textos de medicina, astronomía, alquimia, Yoga, etc. Y de los cuales existen leyendas e historias que son repartidas en diversas geografías del mundo.
La otra tradición de origen posterior, pero suficientemente documentada y evidente en la historia del yoga, es la "Tradición del norte de india", probablemente una migración del Yoga del sur que fue llevada por los mismos Siddhas, distinguidos además por que fueron grandes caminantes y viajeros; tal vez el semillero más rico brotó de los estados ahora llamados Cachemira y Rishikes. Esta tradición es más declarada Vaishnava (adoradora de Vishnu y sus encarnaciones) mientras que en el sur se le rinde culto a Shiva (el auspicioso) emblema del ascetismo y de los poderes místicos. En el norte de India es mas notoria el sistema de clases, por cuanto la cultura Védica es su estandarte y fue posiblemente la primera en conocerse en occidente; pues la otra, la tradición del sur, contaba con mas temas ocultos y mágicos, que se tardaron años en salir a la luz pública.
Tanto una como la otra tradición ostenta diferentes Yogas sagrados para su estudio; por ejemplo en la tradición Támil Shiva, se practican el Hatha Yoga con sus famosas Yogasanas, el Kriya Yoga, la Dhyana Yoga o yoga de la mente, denominada también Raja yoga o Rey de los Yogas; el Mantram Yoga, el Bhakti Yoga o yoga de la devoción y el Tantra Yoga.
Por otro lado en el norte de india, el Bhakti yoga como tal es preeminente, pero también se practica el Gñaña Yoga o Yoga de la Sabiduría; su propia versión del Raja yoga o yoga de la mente, que fácilmente se mezcló con doctrinas Búdicas y Shivaístas, para ser cada una por su lado doctrinas yóguicas claramente definidas; el Surat Sabda Yoga o yoga del sonido; el Karma yoga o yoga de la acción inegoísta; Yogas todas que en su practica han generado escuelas y disciplinas diversas a lo largo de la historia.
Tanto los unos como los otros pregonan su supremacía sobre los demás, pero la verdad es que mas bien sus beneficios son mas acertados dependiendo de las necesidades de los discípulos; y aunque algunos afirman que estos tiempos no son los adecuados para algunas de la exigentes prácticas de ciertos yogas, creo firmemente que para quien está decidido a practicarlas no existe impedimento alguno.
Las técnicas que enarbolan ciertos yogas son más asequibles a determinadas personas, tal y como diferentes semillas son a diferentes terrenos y climas; no todos son tierra fértil para cada técnica, no obstante ello, su fruto o realización siempre será el mismo: la unión del alma humana con el alma divina. A través de ese yoga el practicante ha podido encontrar su camino de regreso al origen celestial.
Es debido precisamente a la universalidad del yoga, ahora mas que nunca, pues no solamente cuenta con adeptos Indios, sino también americanos, Europeos, africanos, etc., y un sin fin de opciones tanto culturales como de edad, de credo y raza entre otros, en el que el Yoga ha venido siendo adaptado y asimilado de una forma extraordinaria; y ello ha sido así en los siete continentes durante los últimos cien años.
Ahora más que nunca no existen límites, fronteras, impedimentos y menos con la tecnología actual, para que el Yoga llegue a ser no una ciencia exclusiva de oriente sino una ciencia universal; tal y como lo es la risa, o el llanto, la danza, o el amor, todos lo hacemos, todos lo requerimos.
La misión del Yoga de la Luz
De igual forma este "Yoga de la Luz" no debe ser un patrimonio exclusivo de los sabios, los magos, los profetas o los iluminados; debe llegar a ser un patrimonio de la humanidad.
El hombre debe aprender a ver con los ojos del alma, debe aprender a ver la esencia interior de todas las cosas para alcanzar la experiencia y el verdadero sentido de la libertad.
La luz de la verdad en nuestra vida nos otorga la alegría de vivir o el amor, nos hace sentir plenamente vivos, nos hace experimentar la auténtica libertad, nos concede el triunfo, el triunfo eterno por los tantos caminos del amor.
Amor para la vida,
Amor para la verdad,
Amor para la sabiduría,
Amor para la devoción y la alegría,
Amor para el triunfo, si,
Triunfo eterno por los tantos caminos del amor".
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