Relajación canina a través del dog yoga

Un yoga para perros y dueños

Relajación canina: En el dog yoga, el perro se convierte en un 'instrumento' para incrementar los beneficios de la disciplina, la cual ayuda a estrechar la relación entre el amo y la mascota

El dog yoga o ruff yoga es una disciplina que ayuda a estrechar la relación entre el amo y la mascota, al tiempo que contribuye a garantizar su docilidad.

Tradicionalmente, practicar yoga suponía un momento de estrés para el dueño de la mascota que debía separarse de su mejor amigo durante un tiempo determinado. Pues bien, con la nueva disciplina del dog yoga esto dejará de suceder ya que el dueño podrá practicar esta disciplina junto a su mejor amigo y en la misma clase.

A pesar de que el desarrollo de esta disciplina es toda una novedad en el mundo occidental, lo cierto es que el dog yoga se viene practicando desde hace mucho tiempo en Japón, lugar donde el culto a los perros es algo común. De hecho, lo primero que realizan las mujeres niponas en su clase de yoga es colocar un tapete en el piso y en él a su perro, dando el saludo inicial y comenzando posteriormente la sesión. De esta forma, los estiramientos, torsiones y posturas se realizan en pareja, puesto que dueñas y cachorros prestan atención a las instrucciones de la yogui.

Una las sociedades que practica esta disciplina y que goza de un mayor reconocimiento es la Asociación Japonesa de Dog Yoga con sede en Tokio y cuya dueña es Satoe Tachi. Aseguran que mediante esta técnica, los dueños conviven con su mascota y se relajan, aliviando el estrés diario, tonificando sus músculos y los de su perro.

La mascota se convierte en un "instrumento" para incrementar los beneficios del yoga en la persona, ya que permite el contacto físico con un ser querido, aumentando la salud de ambos y estrechando los vínculos dueño-perro, al mismo tiempo que se consigue una mayor docilidad del animal. Según Dan Thomas, experto en terapias con animales, "después de unos minutos, hasta el más rebelde de los participantes se relaja y se vuelve más calmado", señala.

Suzi Teitelman descubrió que a su perro le gustaba seguirle en las rutinas de yoga que hacía en su casa de Estados Unidos. Teitelman apuntó que a la mayoría de los perros les gusta estirarse y disfrutan de ser masajeados, lo cual explica por qué no es descabellado que sus dueños los lleven a practicar esta disciplina oriental. Así, hoy en día, esta disciplina cuenta con miles de seguidores en Estados Unidos y Reino Unido.

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