El metabolismo basal es la cantidad mínima de energía que gasta el cuerpo para poder seguir manteniendo todas sus funciones vitales. Si aceleras este metabolismo, el organismo necesita más energía para realizar dichas funciones, por lo que quemas más calorías, obtenidas generalmente de los depósitos de grasa corporal.
Es por eso que hacer ejercicio es una de las razones más que suficiente para acelerar la pérdida de tejido adiposo. La forma de ejercicio que realmente asegura acelerar el metabolismo basal, es aquel que incrementa la masa muscular. Los ejercicios de fuerza con sobrecarga son el medio más adecuado para muscularse.
Los ejercicios de musculación, como generalidad, deben hacerse entre 3 a 5 series de 8 a 12 repeticiones con un peso que oscile entre el 60 y el 80% de la fuerza máxima en el correspondiente ejercicio. Para acelerar el metabolismo mediante ejercicios de sobrecarga, se deben entrenar los grandes grupos musculares como, las piernas, glúteos, espalda y tórax. Cuando aumentan de tamaño, necesitan de mucha energía para mantener el volumen ganado, solicitando más cantidad de combustible, que lo toman de los alimentos que ingresan, y de las grasas de reserva.
También es posible aumentar el metabolismo diario, es decir, incrementar la tasa de actividad, haciendo ejercicios de larga duración o aeróbicos. En este caso, esa aceleración se producirá durante el desarrollo del ejercicio en sí y por aproximadamente unos 30 minutos más hasta volver a sus valores normales. Una vez finalizado, los valores serán los mismos que al inicio. De esto se desprende que, mientras más tiempo de ejercicios aeróbicos realices, más calorías consumirás.
Por tanto, los dos tipos de ejercicio aceleran el metabolismo, uno en forma temporal y el otro de manera permanente, mientras se sostenga el aumento de la masa muscular; ambos deberían incorporarse a tu vida a manera de hábito, por lo que te asegurarías un gasto energético suficientemente alto para perder o permanecer en peso.
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