Cómo hacer para que el arroz no se pase ni se pegue

El arroz, un alimento con muchos trucos de cocción

Sin duda alguna, el arroz es uno de los alimentos más empleados en el mundo entero. Pero también uno de los que más posibilidades tiene de tornarse incomible si está mal preparado. Por esta misma razón, no deberías dejar de tener en cuenta estos trucos para que no se pase ni se pegue.

Si eres de los que adoran comer arroz pero siempre te encuentras con que se te pega o se te pasa, has caído en el lugar indicado. Es que en este artículo no sólo podrás aprender a que no te suceda eso, sino que además podrás ver cómo cocinar varias clases de arroz. Así, podrás quedar bien con tu pareja, tus invitados y también con tus propias habilidades culinarias. Vamos, a preparar ese arroz como corresponde.

Arroz yamaní o arroz integral:

Si quieres comer una arroz integral, con toda sinceridad, tienes que ser muy bestia para que se te pegue y pase. Es que demora aproximadamente casi media hora en estar a punto. Muy pero que muy despistado tienes que ser para que te suceda, así que si te gusta esta opción, no tendrás mucho de qué preocuparte.

Arroz basmati:

Sin duda alguna, mi opción preferencial a la hora de preparar un rico arroz blanco. Es un arroz típico de la India, que es bastante aromático y perfumado. Queda de maravillas con todo, tanto para acompañar un curry, como para comer con unas albóndigas o simplemente para tomarlo solo, con un chorrito de aceite de oliva y unas semillas de sésamo tostadas.

Lo ideal para cocinarlo, es colocar una taza de arroz por cada tres tazas de agua. Dejas que hierva y cuentas unos 10 minutos, le bajas el fuego (o directamente lo apagas) y dejas que se termine de cocinar al mínimo posible. La idea es no tener que colarlo. No lo remuevas, para que no suelte el almidón y quede bien desgranado. Es una delicia.

Arroz blanco tipo carolina, tradicional:

El arroz más común y también uno de los más económicos. También el que más problemas te puede traer si eres algo olvidadizo. Lávalo bien primeramente con agua fría, para quitarle el exceso de almidón. Ponlo a hervir en agua con sal y, una vez rompa el hervor, revuelve levemente. De ahí en más, no tendrás que tocarlo. Cuenta unos 15 minutos, aproximadamente, y pruébalo a ver si ya está a punto. Cuélalo ni bien esté como te guste y luego mójalo con agua fría para cortar su cocción. Así tendrás un arroz blanco perfecto, sin que se pegue ni se pase.

Arroz parbolizado:

El arroz que no necesita ningún truco para que no se te pase, pero también el que no representa ningún desafío en tu lucha por progresar en la cocina. Es que tiene un proceso que hacer que, básicamente, jamás se pase ni se pegue. Por ende, puedes olvidarlo en el fuego que, cuando reacciones, todavía estarás con posibilidades de comerlo sin decepciones. A título personal, no lo uso jamás y su textura chiclosa y algo artificial no me apetecen. Como mucho, va bien en algunas ensaladas ocasionales.

Bonus track, arroz de sushi:

Es una clara contradicción incluir en una lista de trucos para que el arroz no se pase ni se pegue al arroz de sushi, porque justamente, tiene algo de pasado y también algo de pegado. Es que, justamente, el tipo de arroz que se emplea para prepararlo, necesita de esa dosis de aglutinante que le permita mantenerse unido una vez armado el roll. Puedes ver este artículo sobre cómo preparar arroz de sushi para aprender a prepararlo.

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Periodista. Bebedor empedernido de té verde y convencido de los remedios caseros.

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