Remedios para eliminar la caspa

En una sociedad en la que la imagen se ha convertido en uno de los valores más apreciados, la salud del cabello tiene un papel ciertamente crucial. No en vano, es, quizás, nuestro rasgo corporal más visible.

En este contexto, la caspa es quizás una de las pesadillas que más de cabeza trae -nunca mejor dicho- a no pocas personas. Científicamente no es más que una descamación excesiva del cuero cabelludo. La piel se regenera de forma sistemática, de forma que las capas más viejas se van desprendiendo en forma de escamas, empujadas por las nuevas células epidérmicas que surgen debajo.

Es éste un proceso vital para garantizar la protección que supone esta "envoltura" ante agresiones externas que, de otro modo, podrían dañar nuestro organismo. Pues bien, la aparición de caspa no es más que la consecuencia de una velocidad excesiva en este proceso de regeneración o, dicho de otra manera, la epidermis elimina demasiadas células muertas. No existe una idea clara de qué factores intervienen en este desequilibrio que provoca la aparición de caspa. Sin embargo, sí hay algunos datos que aportan más luz sobre este problema: se sabe que lo sufren más los hombres que las mujeres –con lo que cabría pensar en desencadenantes hormonales- y que afecta a la mitad de la población de entre 20 y 50 años. Por otra parte, también parece presentarse con mayor frecuencia en las estaciones secas del año.

Así, podemos establecer una distinción entre los desencadenantes internos –estrés, nerviosismo, dietas con bajo contenido en cinc, desajustes hormonales, falta de Vitamina A- y otros externos -la polución ambiental y el uso de productos para el cabello demasiado alcaloides, fundamentalmente-. En casos de cuero cabelludo graso, la piel se irrita más y la caspa se desprende con mayor dificultad, mientras que si es seco, la irritación es menor y la caspa se desprende más fácilmente.

Su tratamiento ha de ser no sólo reactivo, sino en muchas ocasiones también preventivo. La higiene es fundamental, pero sin caer en el exceso, ya que demasiados lavados del cabello pueden agredir el cuero cabelludo. Los productos más adecuados para ello son los de alto contenido en ácido salicílico, alquitrán, azufre y sulfuro de selenio. En casos en los que el champú tampoco funciona o lo hace en menor intensidad de lo deseado, se impone una visita al dermatólogo para que tome cartas en el asunto.