El té kamaricha es una de las variedades más habituales del sur de Japón. Muchas veces es apodado como "té verde chino", pero no tiene mucho que ver con él en cuanto a procedencia, aunque sí con algunas características de su proceso de producción.
Es bien popular en dicha área y también se puede conseguir en el mundo entero, teniendo algunas características que lo diferencian y lo hacen especial. ¡Sigue leyendo la nota y descúbrelas!
¿Cómo se obtiene?
Es un té verde que tiene un proceso particular, y que está directamente relacionado a que no se lo somete a una vaporización, sino que se le aplica un calor al fuego, como en unas especies de sartenes grandes, en donde se lo mueve todo el tiempo para que no se queme, aunque sí tomando dejos tostados.
Se puede conseguir en tipo de hoja aguja, como así también enrollado, con el clásico "rulito" que tienen algunas hojas de té verde. Esto se hace después del proceso de sarteneado, que lo sufren todos los tés verdes kamairicha, pues es su rango distintivo.
¿Qué características de aroma y sabor tiene?
Sin duda alguna, lo que lo caracteriza es que tiene un pequeño dejo tostado, suave, de coloración media y que no tiene ese amargor característico que suelen tener todas las variedades de té verde que provienen de Japón. Esto la convierte en una buena opción, por ejemplo, para novatos.
¿Cómo se prepara?
No muy diferente a cualquier té verde. Se lo hace con el agua a unos 75°-80° y se reposa durante unos 2-3 minutos, como máximo. Luego es cuestión de disfrutar este genial té japonés.
¿Para qué momento del día sirve?
Puede funcionar para todo el día sin ningún problema, porque al fin y al cabo, se trata de un té verde suave, sin amargor ni mucha astringencia, que incluso se podría llegar a beber como agua de tiempo si uno lo deseara. Por ese motivo, a encontrar el momento exacto para que cada uno pueda disfrutar de su kamarichá.
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