Cada estilo o forma puede tener sus particularidades. Sin embargo, en términos generales, algunas características básicas son:
- Calma
Se parte de un estado de relajación atenta, teniendo en cuenta que relajación es diferente de flacidez y atención no es lo mismo que tensión. - Suavidad
Se basa en el principio de "lo suave vence a lo duro", tal como por ejemplo, el agua erosiona a la roca. Del mismo modo en que la leyenda sobre el origen del Tai Chi, cuenta que la serpiente venció a la grulla. - Gravidez
Se refiere al mantenimiento del centro de gravedad bajo y equilibrado, dejando caer todo el peso del cuerpo en los pies, como si se plantaran raíces en el suelo, para conseguir una mayor estabilidad. Evitar, con el mismo fin, desplazamientos exagerados del centro de gravedad, al realizar los movimientos. Centrar la energía en el Tan Tien, punto por debajo del ombligo, donde se debe localizar la correcta respiración.
Esta debe ser natural, no forzada. Inspirar en los movimientos de cierre o recogimiento y espirar en los de apertura. - Circularidad
Los movimientos del Tai Chi Chuan son sinuosos, se realizan en forma circular, evitando las líneas rectas y los ángulos. - Lentitud
En general, se ejecutan pausadamente, concentrándose en su realización. - Continuidad
Debe existir un enlace entre cada movimiento y el siguiente, sin interrupciones entre ellos, para que la energía circule libremente por todo el cuerpo con fluidez. - Unidad
El cuerpo debe ser un todo armónico y coordinado, que acompañe cada movimiento. El principio subyacente es; si algo se mueve, todo se mueve, como si se tratase de una marioneta. - Vacío
El principio más importante, base para la buena práctica es lograr el vacío mental, entendido como la suspensión de los pensamientos, emociones y juicios, hacia el mantenimiento en la pura existencia, el presente y la plena conciencia. Este estado es el que posibilita el flujo libre y natural de la energía por todo el cuerpo.
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