Cómo acompañar el té con comida

El té, como podría suceder con muchas otras bebidas, es una infusión que soporta maridajes con comida sin ningún tipo de problemas. De hecho, se pueden hacer mucho más combinaciones de las que puedes llegar a creer. ¿Te atreves a probar alguna de estas sugerencias que tienes a continuación? No temas, amplia tu paladar y encuéntrate con unas cuantas gratas sorpresas.

Aquí tienes algunos buenos consejos para hacer un maridaje de té y comida:

• Un té negro bien potente, con un postre de chocolate: ¿Te gustan los tés bien cargados y fuertes? Déjalos para el postre y combínalos con un brownie. Un earl grey, por ejemplo, con sus toques cítricos de la bergamota, puede llegar a ir de maravillas con una tarta de chocolate y naranja. Esta combinación es algo obvia, ya que el sabor omnipresente del chocolate se complementará de maravillas con ese gusto tostado y abrasivo que tendrá un té negro.
• ¿Qué tal un té ahumado con quesos o embutidos de similar característica?: Un lapsang souchong, el típico té ahumado, o cualquier variedad que tenga estas características puede llegar a ir de maravillas con un poco de queso ahumado o algunos embutidos o fiambres de similares características. Sobre todo los productos lácteos se llevarán bien con una infusión de esta clase.
• Sushi y té verde, una pareja perfecta: En Asia es tremendamente común que se coma con una taza de té verde como tu tienes un vaso de agua o vino acompañando tu cena. No temas en acompañar un sushi con un té verde de buena calidad. Verás que te encontrarás con resultados más que interesantes. La suavidad y delicadeza del té verde irá de maravillas con esa combinación de alga, arroz y pescado.
• Comida árabe u oriental con un té con menta: La comida oriental, sobre todo la árabe, se caracteriza por tener especias en variedad. No por nada se suele consumir mucho té con menta en dichas latitudes. Es que acompaña de maravillas un plato de cordero especiado o cualquier otro plato de estas características. Un maridaje que no debería fallar desde sus orígenes.
• Un té de jazmín con un poco de pollo: El té que tiene dentro de su contenido un poco de pétalos de jazmín recibe sus aromas y le da una delicadeza única. Por eso mismo, si quieres combinarlo con algún plato, debe ser algo sencillo, que no disturbe demasiado su aroma. Así, nada mejor que probar con un poco de pollo grillado con un limón y jengibre, por ejemplo. De esta forma, bebida y comida irán de la mano.
• Té rojo y comidas picantes van de la mano: ¿Te gusta la comida picante? No temas en combinarla con un buen té rojo. El pu-erh, con sus aromas terrosos y su untuosidad para el paladar, hará perfectamente su oficio de limpiar la boca en ese momento en que lo especiado de la comida te pide a gritos un trago de alguna bebida reconfortante.