La primavera y el verano son las estaciones privilegiadas para los accidentes por inmersión. Más de la mitad de ellos se produce durante esos meses y un tercio afecta a preescolares.
Los menores de 5 años son los más expuestos a sufrir un accidente fatal en las piscinas. Basta un corto tiempo de ahogo para provocar secuelas graves, como daño neurológico o incluso la muerte.
Un niño pequeño puede ahogarse en las más mínimas profundidades, y el uso de flotadores no evita estos accidentes. Es más, en algunos casos impiden incluso la flotación de la cabeza.
Las piscinas, amplias o pequeñas, plásticas o fijas, surgen como una atracción natural debido al gusto que sienten la mayoría de los niños por el agua. Sin embargo, estos recintos que invitan a pasarla bien, relajarse y jugar con amigos, también ofrecen riesgos de sufrir un accidente relacionado con resbalones, caídas o asfixia por inmersión, sobretodo en el caso de los niños.
Precauciones
En principio, es aconsejable que los niños aprendan natación lo antes posible. Asimismo, siempre conviene contar con el control y la vigilancia permanente de un adulto.
También es recomendable equipar convenientemente a los niños antes que ingresen en la piscina. Los accesorios más utilizados son chalecos, salvavidas, burbujas y otros dispositivos similares.
Las barreras y vallas de seguridad tienen la misión de impedir el acceso a la piscina a los niños, contando con una o varias puertas de acceso provistas obligatoriamente de cerraduras de seguridad manuales, automáticas o magnéticas, pensadas para que los niños menores de cinco años no puedan abrirlas por más que las manipulen.
Otra opción que puede utilizarse son los sistemas de alarmas, que detectan la caída de los niños en la piscina y activan una sirena que puede escucharse en la casa.
Primeras medidas ante un accidente
Cuando un pequeño se pierde en una casa con piscina, la búsqueda debe iniciarse allí. Si se aprecia al menor flotando en el agua, por supuesto debe sacárselo inmediatamente.
En ese instante, se debe mantener el cuello en línea media evitando su flexión y acostar al chico sobre una superficie lisa.
Aprender a practicar resucitación cardiopulmonar es clave para poder actuar con efectividad ante una situación así.
El riesgo de asfixia se hace presente dramáticamente y los primeros minutos son valiosos para su supervivencia o sus secuelas.
No olvide, entonces, mantener las medidas de seguridad básicas en la piscina y estar preparado para un imprevisto.
No hay comentarios