Las embarazadas podrán optar por dar a luz en el agua o de forma convencional. Otras comunidades, como Cataluña o Andalucía, ya ofrecen partos no medicalizados
Las embarazadas gallegas podrán elegir entre dar a luz en bañeras de dilatación que permiten un parto natural o decantarse por la aplicación de la anestesia epidural habitual, en toda la red de hospitales públicos de Galicia.
Los centros hospitalarios Virxe da Xunqueira, en Cee (A Coruña), y el comarcal de O Salnés (Pontevedra) ya tienen en sus zonas de paritorio, y listas para ser utilizadas, sendas bañeras que permiten la dilatación de la mujer "fácilmente y de una forma más natural, al sufrir un dolor menos intenso", según fuentes de la propia consejería de sanidad.
Galicia se suma a la iniciativa de otras comunidades, como Cataluña o Andalucía, que ya ofrecen la posibilidad de partos no medicalizados, en algunos de sus hospitales públicos. Así, las madres pueden intervenir directamente en el alumbramiento y siempre pueden contar con la presencia de un facultativo de forma inmediata, en caso de posible complicación durante el alumbramiento.
Se pretende que antes de final de año, al menos un hospital por provincia ofrezca a las embarazadas la posibilidad de dar a luz en bañeras, aunque es previsible que esta prestación también se extienda a los grandes hospitales de Galicia, dada la demanda y la gran aceptación que ha tenido la iniciativa entre los profesionales.
Según aseguran algunos expertos, el proceso de dilatación en el agua reduce la duración, permite que la madre tenga más libertad de movimientos, se reduzcan los dolores, al tiempo que facilita la transición del bebé del líquido amniótico al mundo exterior. Además, la ubicación de las bañeras en la zona de paritorios garantiza asistencia médica inmediata "exactamente igual" que si se optase por un parto en quirófano.
Las clínicas privadas que ofrecían la posibilidad de dar a luz en el agua, cobraban un precio que oscilaba entre 900 y 1.200 euros, que también cubría la intervención quirúrgica en caso de que fuese necesaria. Ahora, la Consellería de Sanidade gallega se ha propuesto incluir este servicio en su catálogo público.
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