Oración a la Divina Providencia para encontrar trabajo

Aprende las poderosas oraciones Divina Providencia

Aprende en el siguiente artículo, qué es la Divina Providencia y conoce algunas efectivas oraciones de la Divina Providencia que pueden ayudarte en situaciones complicadas.

La Divina Providencia refiere a una advocación mariana perteneciente a la Iglesia católica, que nació en Italia por el siglo XIII. En la actualidad se le profesa gran veneración en Puerto Rico, siendo la patrona misma de este país.

El templo en donde se encuentra la famosa imagen que representa esta advocación es la Catedral Metropolitana de San Juan, en la capital de Puerto Rico.

La historia de la relación de esta devoción y Puerto Rico, surge a principios del siglo XX, cuando el religioso catalán Gil Esteve, es nombrado obispo y comienza a difundir la advocación en el pequeño país, que logró gran popularidad rápidamente.

Qué es la Divina Providencia

Es un término teológico que refiere a la soberanía, supervención e intervención de Dios en ayuda y socorro de los hombres.

Es a través de la Providencia Divina, por la cual Dios gobierna todas las cosas del universo. El objetivo de la Divina Providencia es lograr que la voluntad de Dios se lleve a cabo. Esta doctrina, afirma que Dios tiene el control absoluto de todas las cosas:

  • La totalidad del universo (Salmo 103:19)
  • El mundo físico (Mateo 5:45)
  • Los asuntos de las naciones (Salmo 6:7)
  • El nacimiento del ser humano y su destino (Gálatas 1:15)
  • Los éxitos y fracasos humanos (Lucas 1:52)

Imagen de la Divina Providencia

La imagen original que representa a la Divina Providencia, es un óleo en donde se puede ver a la Virgen María con Jesús dormido cómodamente en sus brazos.

Esta obra fue mandada a ser por el obispo Gil Esteve y realizada en España. El título que lleva la obra nace de una historia que cuenta que un superior de los Siervos de María en el temblo, invocó la protección de la Virgen porque no tenían alimentos. Poco tiempo después encontró a un lado de la puerta, dos canastos con alimentos sin poder descubrir de dónde provenían.

Oraciones a la Divina Providencia

El concepto de Divina Providencia es muy nombrado en la fe católica y muy requerido por los fieles que necesitan ayuda en diversos aspectos de su vida. Conoce a continuación, algunas oraciones a la Divina Providenia que te ayudarán cuando te encuentres en momentos difíciles.

Oración de la Divina Providencia para el inicio de mes

Esta advoación cristiana, genera muchas tradiciones culturales y religiosas en Puerto Rico, ya que la Virgen de la Divina Providencia es la patrona oficial del país.

Cada comienzo de mes, es un buen tiempo para realizar una petición de abundancia en trabajo, amor o salud. Reza esta oracion a la divina providencia completa, al comenzar cada mes para que tengas prosperidad y éxito en tus proyectos.

Credo a la Divina Providencia
Dios, Hijo Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa, un solo Dios,
Tú, que abres tu mano providente
y colmas de bendiciones a todos los vivientes,
Tú, que diriges todo hacia el bien de los que te aman,
Tú que en tu misericordia, nos amas, nos ayudas
y no nos olvidas jamás,
recibe nuestras suplicas
pues en Ti, Señor, ponemos nuestras esperanzas.

Humildemente vengo a darte las gracias
por los infinitos bienes
con que tu Divina Providencia me ha colmado.
Ingrato seria si no viniese a rendir
ese justísimo acto de gratitud.

Acéptalo no sólo por mí,
sino también por todos los familiares y devotos
que reconocen la generosidad y la largueza
de tu Bendita y Sacrosanta mano.

Te pido por todos mis bienhechores,
por todas las personas que en tu infinita gracia han intervenido proporcionándome los medios de subsistencia;
ayúdalos, socórrelos y protégelos,
y a mí y a mi familia,
adorable Misterio,
haznos también dignos de tu poderosa protección,
de tu amoroso auxilio y de tus grandes favores,
e ilumínanos en el sendero de fe,
para que mientras seamos peregrinos de este mundo,
constantemente ensalcemos tu Grandeza.

Tú que lo diriges todo según el designio de tu voluntad
y estás lleno de bondad y misericordia,
recíbenos en tu Corazón y ten piedad de nosotros,
haz que siempre confiemos en tu Providencia
y llénanos de gracias durante este mes,
dígnate otorgarnos alivio en nuestras necesidades,
y consuelo en las aflicciones y tristezas.

Dios, Hijo Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa, un solo Dios,
concede que en mi familia, en mi hogar,
no suframos por las adversidades y carencias,
aleja de nosotros las enfermedades, los peligros,
líbranos de todo mal, maldad y enemigo,
danos tu santísimo auxilio y no te apartes de nosotros:

(haz tu petición a la Divina Providencia).

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Así sea.

Gracias por lo que día a día nos das,
por tus favores y misericordia infinita,
gracias pues nos colmas de bendiciones
y nos auxilias cuando nos ves atribulados.

Tu Divina Providencia se extienda a cada momento,
para que nunca nos falte: casa, vestido y sustento,
ni los Santos Sacramentos en el último momento.
(repite este párrafo 3 Veces).

Amén.

Oración a la Divina Providencia para el trabajo

Otra petición muy popular que se le suele hacer a la Virgen de la Divina Providencia es para conseguir trabajo o mantenerlo. Todos los primeros Lunes de cada mes, se le debe rezar a esta figura.

La Virgen María siempre brindará su apoyo cuando la situación de tu familia se vea afectada. Si tienes problemas laborales o económicos, reza esta poderosa oración a la Divina Providencia para el dinero, para solicitar ayuda rápidamente.

Al finalizar la oración, reza 3 Padrenuestros y 3 Avemarías

Oración la Divina Providencia
Omnipotente y sempiterno Dios
que nos has concedido a tus siervos
el don de conocer la gloria de la eterna Trinidad
en la confesión de la verdadera fe,
y la de adorar la unidad en el poder de tu majestad;
te rogamos que por la firmeza de esta misma fe,
y por Cristo nuestro Señor,
nos libres siempre de todas las adversidades,
te pedimos que nunca nos falte tu Divina Providencia.

Dios y Señor Nuestro,
Padre, Hijo y Espíritu Santo,
cuya Providencia no se equivoca en todo lo que dispone,
y nada acontece que no lo ordene,
rendidamente te pedimos y suplicamos
que apartes de nosotros todo lo que nos pueda separar de ti,
y nos concedas todo lo que nos conviene
para el bien de nuestra alma
y el bienestar de nuestro cuerpo.

Haz que en toda nuestra vida
busquemos primeramente Tu Reino
y que seamos justos en todo.

Haz que no nos falte un buen trabajo,
un techo bajo el cual nos cobijamos,
ni el pan de cada día,
haz que nuestras vidas estén bendecidas
por tu misericordia, por tu eterna bondad,
en especial concédenos asistencia
cuando nos veamos afligidos
y las carencias y los problemas nos agobien,
que no nos falte tu Divina Providencia en:

(solicita con fe y esperanza lo que necesitas)

Líbranos de las enfermedades y de la miseria;
que ningún mal nos domine.

Sálvanos del pecado, el mayor de todos los males,
y que siempre estemos preparados santamente a la muerte.

Por tu Misericordia, Señor y Dios nuestro,
haz que vivamos siempre en tu gracia.

Así seremos dignos de adorar Tu amable Providencia
en la eterna bienaventuranza.

Amén.

Oración a la Virgen de la Divina Providencia

La Virgen de la Divina Providencia es una advocación de la Iglesia católica que se originó en el siglo XIII en Italia. En la actualidad, posee gran veneración en Puerto Rico, siendo la Patrona de dicho país.

Reza la siguiente oración divina providencia para pedir protección a los seres queridos.

Oración de Divina Providencia
Oh, Divina Providencia, concédeme tu compasión, tu misericordia y y tu infinita bondad!
Me arrodillo ante ti, y te pido tu gran amor maternal,
y para los que Dios me ha dado, mi familia y amigos,
que nos les falte el sustento, el abrigo, ni el vestido.
Concédeles la salud, llévalos por el buen camino,
que sea siempre la virtud la que los guíe en el camino.
Tú eres toda mi esperanza, tú eres el consuelo mío,
en ti creo, en ti espero, y en ti confío.
Que tu divina providencia se extienda a cada momento sobre nosotros,
para que nunca nos falteel sustento espiritual para ser capaces de hacer la voluntad de Dios
alabarlo y glorificarlo por los siglos de los siglos.
Amén.

Novena a la Divina Providencia

Aprende a continuación la poderosa novena a la Divina Providencia, para pedir por favores urgentes o asuntos difíciles.

La novena de la Divina Providencia, debe rezarse durante 9 noches seguidas, repitiendo todos los días, la oración de inicio y de culimnación. Al finalizar, reza 3 Padrenuestros y 3 Glorías. Pon a prueba esta oración y prontamente obtendrás la ayuda que necesitas.

Oración para todos los días

Señor y Dios mío, que desde tu sublime trono vuelves constantemente los ojos de tu Providencia inefable sobre todas las criaturas, sin distinción de seres ni de clases; como que todas han sido efectos de tu poder, han entrado de la eternidad en los magníficos planes de tu sabiduría, ya todas les dispensas tu benéfico y generoso amor; yo te adoro presente en el cielo, como un Monarca en medio de su brillante corte, siempre accesible a los ruegos de la divina Madre, y de los ángeles y bienaventurados, por la conservación y felicidad del género humano,

Oh Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, sigas cubriéndome con las alas de tu graciosa protección, y librándome de todos los peligros del alma y cuerpo, avivando mi fe, alentando mi esperanza, soplando el fuego de mi amor para que mi vida inculpable, fervorosa y pura, sea la recompensa ilustre de tu magnificencia, y el fiador seguro de mi gloriosa mortalidad. Amén.

Oración para concluir todos los días

Oh Dios, cuya Providencia no se engeña en sus disposiciones admirables: te suplicamos humildes apartes de nosotros todo mal, y que seamos enriquecidos con el tesoro inexhausto de tus provechosos bienes: por Jesuscristo Nuestro Señor. Amén.

Primer día

Dios y Señor de mi corazón reconocido. Tu para quien el grande y el pequeño, el ángel y el hombre, el ave y el humilde insecto, tienen la misma consideración en los desvelos de tu adorable Providencia:

Tu que vistes al pájaro con las plumas más brillantes, sin que tenga necesidad de hilar ni de tejer para para proporcionarse tan glorioso adorno extiende hacia mi, como hasta ahora, la actividad de ese Ojo inmortal que tiernamente adoro, y haz que no desmerezca yo, por el abuso de tus dones, sus beneficos influjos. Esta gracias te pido por la ilustre y gloriosa Virgen, tu Hija, Madre y Esposa, canal de tus gracias oportunas. Ya cuya mediación me acojo para ser feliz en el tiempo, y más completamente feliz en la eternidad. Amén.

Segundo día

Dios Providentísimo, que el glorioso Patriarca Señor San José, me haz dado al más ilustre y sensible hermano. Para que el Egipto de este mundo remediecon el socorro oportuno mis necesidades urgentes:

Yo, Señor, te suplico, que con el auxilio poderoso de tu divina gracia, imite las brillantes virtudes del justo por excelencia, para no hacerme indigno del pan de los ángeles, que es el compendio de las maravillas de tu inefable Providencia, el más precioso sustento en el hambre espiritual, el sello augusto del corazón enerdecido, la semilla fecunda de las más heroicas virtudes, y el divino gaje de la suspirada gloriosa inmortalidad. Amén.

Tercer día

Eterno Dios de mi corazón, cuya Providencia divina, graciosa y constante, es el sol que nace de todos los días sobre los justos y perversos, sobre los ingratos y reconocidos: en esta imagen tan bella y natura, yo adoro humildemente un tributo tan santo y tan excelso.

Oh si desde que rayó en mi alma la aurora de la razón, realzada con la indeficiente luz de tu infalible verdad, hubiera fijado mis potencias en sus diversos objetos, conociendo tu Omnipotencia bienhechora, recordando tus singulares beneficios, y amando con ternura y predilección una providencia tan desvelada por mi conservación tempora ly por mis destinos eternos.

Yo hubiera agotado el ser de mi alma en la gratitud más tierna y más debida: ese Sol divino y celestial, no hubiera visto en mi conducta delicuente, frustadas sus influencias milagrosas, hubiera derretido mi corazón insensible con su calor fecundo de sagrados y debidos afectos, y yo hubiera pasado últimamente mis días en dar a la Providencia divina el honor, la gloria y alabanza que se merece. No es tarde, Señor: yo con tu ayuda, cumpliré tan gratos, tan religiosos deberes, comenzando a cantar tu Providencia en este mundo, para continuar haciéndolo en la inmensidad de tu gloria. Amen.

Cuarto día

Oh Padre el más sensible y benéfico, que haz procuardo siempre reunir a tus hijos los hombres bajo el abrigo de tus alas amorosas. Yo te doy las más humildes gracias portan tierna solicitud; y te suplico la continuacón de una bondad tan importante como incomprensible.

¿Que fuera de mí, Señor, a no tener mis necesidades el curso más expedito al manantial de todas las gracias, como lo es tu Corazón Sagrado y compasivo ? El me proporciona alimentos sanos, bebidas agradables, abrigo consolador; El previene mis súplicas o las despacha con una profusión tan pronta como misericordiosísima.

Haz, Señor, te ruego humildemente, que mi corazón en lo posible, parecido al tuyo, sea para todos mis semejantes: accesible, tierno, generoso, franco; con este porte, que sera un nuevo presente de tu infinita liberalidad, estoy seguro de agradarte en esta vida, y de verte y amarte eterneamente en la gloria. Amén.

Quinto día

Soberano Autor de la naturaleza y de la gracias: yo leo con un placer inefable en la Santa Escritura, aquellas palabras consoladoras que dictó tu Espíritu divino, como Padre de los pobres, piadoso bienhechor y dulce refrigerio; en las cuales me aseguras ser más fácil, que una madre amorosa y sensible se olvide de su niño hambriento que tu, Oh Señor, de mí y de todas las hechuras de tu diestra Omnipotente: palabras que con letras de diamantes deberian colocarse en las puertas de los palacios, para excitar la gratitud de los dueños, y sobre la esperanza.

Yo Señor, te agradeceré toda mi vida tan tiernos y generosos sentimientos; me nutriré, reconocido, con la leche pura y celestial de tu Providencia adorable; y después de una muerte presiosa, que espero de tu ternura paternal, alabaré tanta beneficiencia y tan estupendo amor en los tabernáculos eternos. Amén.

Sexto día

Señor poderosísimo, que te extendiste como una piel fina a los cielos, esparciendo sobre su grato azul, las estrellas más apacibles y brillantes: yo adoro en este día una mano tan productora; y al considerarme escrito en su divina palma, concibo la esperanza más segura de una felicidad que no merezco.

Sea mil veces Bendito, Oh Dios de tan cariñosa Providencia. Y graba te suplico, el augusto nombre de este atributo soberano en mi reconocida memoria, para que nunca me olvide de implorarla con la humildad más profunda, con la más viva fe, con la perseverancia debida.

Oh diestra de mi Dios tan accesible y Providente, no se borre jamás de una palma tan bella el nombre que me distingue; dígnate trasladarlo para mi eterna ventura, al registro glorioso de los bienaventurados que es el más brillante ornamento del archivo celestial. Amén.

Séptimo día

Misericordiosísimo Señor, que disfrazando con el sedal de la naturaleza humana, haz dicho a los que escuchaban tus oráculos de vida eterna: Buscad primero el reino de Dios, y se te dará por añadidura todos los bienes que te sean necesarios.

Yo te suplico con toda la sinceridad de mi alma, que jámas ponga obstáculo al glorioso establecimiento de tan divino reino, así en mi corazón como en el todos mis hermanos por naturaleza y gracia.

Es justo, Señor, que tu Divina Providencia prodigue los célebres tesoros de sus bienes infinitos a favor de los que busquen preferentemente tu magnífico, espiritual, feliz, indestructible reino.

Destruye pues, Oh Dios de infinita bondad. Destruye en nosotros la infausta dominación del vicio; establece y consolida la virtud y corona algún día nuestros triunfos con inmortales honores en la Jerusalén celestial. Amén.

Octavo día

Amabilísimo Señor, soberano autor de mi ser ilustre de mi preciosa conservación, de mi suspirada libertad, de las medicinas de mi alma y de mis eternos bienes: si el santo rey David cantó más bello el salmo, al considerar al hombre inocente en el acto de la creación coronado de honor y de gloria y con absoluto dominio sobre todas las criaturas.

¿Qué cánticos tan sublimes y tan tiernos no me debes inspirar mi ardiente y debida gratitud a tu providencia compasiva y generosa? yo, después de haber pecado mil veces, soy el constante objeto de su graciosa protección.

Qué bondad que ternura, que misericordia tan laudable. Dame a conocer, Señor, la grandeza y número de tus beneficios para interrumpir el funesto curso de la ingratitud más monstruosa, para cantar reconocido tu nombre glorioso, beneficio, admirable; Nombre divino que selle mis ideas, palabras y operaciones a cuya final invocación se me abran algún día las puertas eternas de la suprema felicidad, en tu magnífico y celestial santuario. Amén.

Noveno día

Gran Dios, cuya Providencia admirable sacó de la nada y conserva la universalidad brillante de las más útiles creaturas: yo, a imitación de los niños de Babilonia, desde lo hondo de mi debido amor y justo reconociemiento, invito tiernamente a los cielos y tierra, con todos los brillantes seres que los hermosean y pueblan, para alabar, bendecir y glorificar un tributo que merece los cánticos de los ángeles; los mudos pero elocuentes elogios de toda naturaleza.

Las figuras bellas de los célebres oradores; las palabras más gratas de los ilustres poetas: los monumentos más exquisitos y durables de las artes y los efectos y las lágrimas más puras y copiosas de sus felices favorecidos.

Bendito sea, Señor, tu poder que todo lo ha creado, tu sabiduría que todo lo ha dispuesto, tu amor que todo lo conserva.

Bendita tu Providencia que saco de la nada a los espíritus soberanos; que elevó a una dignidad casi infinita a la más humilde de las mujeres; que hizo de un hombre justo el más venerable Padre estimativo del Redentor Sagrado a la que debieron los Profetas y Patriarcas su fe y esperanza, los Apóstoles su celo, los Mártires su constancia, las Vírgenes su pureza, los confesores su silencio y mortificación, y todos los Santos su virtud, su perseverancia y gloria.

Continua, oh Providencia Divina. Tus amorosos desvelos en beneficio de los que te conocen y que te adoran: aviva nuestra fe, alienta nuestra esperanza, haz que nos consuman las llamas de tu amor.

Oh Providencia sabia, oh Providencia generosa, Oh Providencia tierna y constante, recibe de tus pobres criaturas honor, alabanza y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

Oración Divina Providencia tres monedas

Conoce a continuación la oración a la Divina Providencia para el dinero, más conocida como la oración de las tres monedas.

Este rezo debe realizarse el primer viernes de cada mes o el primer domingo. Debes depositar tres monedas en alguna imagen o limosnero de alguna capilla, iglesia o parroquia.

Luego de rezar esta oración, reza tres Padrenuestros y tres Glorias. Prueba esta oración Divina Providencia muy buena, y verás que el Señor multiplicará todo lo que aportes con fe, esperanza y alegría.

Recibe ¡oh Señor!
estas tres monedas que aquí deposito
para el culto de tu Divina Providencia,
que ellas sean el emblema
de las tres potencias de mi alma:
memoria, inteligencia y voluntad,
que está amparada siempre bajo tu mando paternal,
y a la vez te pido que mi pobre cuerpo
goce de casa en que habitar,
de ropa con que cubrirse
y de un pan con el que alimentarse.

En el nombre del Padre deposito la primera moneda,
en el nombre del Hijo, la segunda moneda,
en el nombre del Espíritu Santo, la tercera.

Tu Divina Providencia se extienda a cada momento
para que nunca nos falte casa, vestido y sustento
y nuestras necesidades económicas no nos causen tormento.

Despierto, Señor,
mi cuerpo y mi alma para que os sirvan,
y en esta primera hora,
como todas las horas de mi vida,
me entrego a vos, mi Dios.

Dios, Padre Celestial,
Dios, Hijo Redentor del mundo,
Dios, Espíritu Santo,
Trinidad Santa, Un solo Dios.

Omnipotente y sempiterno Dios
que abres tu mano y colmas de bendiciones
a todos los vivientes,
confiamos en tu Divina providencia
y te rogamos nos libres siempre de las ruinas y pobrezas
y nos ayudes en las adversidades y carencias.

Así sea.

Más oraciones católicas para el trabajo, salud y protección

Conoce a continuación, más oraciones cristianas para solicitar ayuda si tienes problemas de salud, trabajo o necesitas protección y buena suerte:

  • Oración a San Cayetano para el trabajo: San Cayetano es conocido como el patrono del trabajo, a el puedes acudir cuando te encuentres en graves problemas económicos o necesites de trabajo urgente. Reza estas poderosas oraciones y obtendrás su ayuda.
  • Oración a Santa Gema para pedir salud: si tienes problemas de salud o quieres pedir por la recuperación de un ser querido, esta oración a Santa Gema te ayudará a encontrar el camino de la sanación.
  • Oración a San Jorge para protección: San Jorge es un santo popularmente conocido por ser un guerrero protector y salvador. Conoce poderosas oraciones que te ayudarán a protegerte de la negatividad de forma efectiva.
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Comunicadora social. Apasionada de la astrología como herramienta de crecimiento personal.

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