La relajación se adquiere con trabajo corporal y mental. Las situaciones de estrés se acumulan en los músculos en forma de tensión permanente, afectando la sensibilidad y capacidad de percepción.
El resultado es una lectura distorsionada de la realidad y del mundo que te rodea que causa mayor contracción muscular por tener la sensación de no poder controlar ninguna situación.
El trabajo de relajación permite beneficiarte de muchas formas:
A nivel físico
- Disminución de la presión arterial y de las pulsaciones en reposo.
- Disminución del ritmo respiratorio.
- Disminución de la tensión muscular parasitaria.
- Reducción de los niveles de secreción de adrenalina y noradrenalina por las glándulas suprarrenales. Neurotransmisores asociados a la vasoconstricción.
- Aumento de la vasodilatación y oxigenación en los tejidos y órganos.
- Reducción en los niveles de colesterol total.
- Mejora de la función ventilatoria.
Un método muy utilizado es el creado por Edmund Jacobson llamado ?Relajación muscular progresiva?.
Consiste en tensar y relajar sistemáticamente varios grupos de músculos , aprendiendo a atender y discriminar las sensaciones que resultan de este juego de tensión y relajación hasta eliminar por completo movimientos superfluos e innecesarios que provocan pérdida de energía y fatiga crónica.
Como todo método corporal, no es una actitud pasiva, sino todo un trabajo de reformulación profundo de tu cuerpo y sus sensaciones.
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