Sopa antigota para combatir los dolores articulares y reducir el ácido úrico

Quizás ya te hayas informado de que la gota es un trastorno doloroso, caracterizado por la inflamación de las articulaciones, lo cual desencadena en una artritis aguda.

Científicamente se ha comprobado que es causada por la presencia de niveles altos de ácido úrico en la sangre.

Por si no lo sabes, el ácido úrico es un compuesto orgánico derivado del deshecho del metabolismo del nitrógeno en el cuerpo. Naturalmente el cuerpo dispone de mecanismos para eliminarlo: a través del sudor y de la orina.

Cuando el ácido úrico se encuentra en niveles más altos de lo normal forma cristales, estos se depositan en las articulaciones, tendones y alrededor de los tejidos, produciendo la gota.

Esta afección suele producir muchas molestias en la vida diaria al estar acompañada de dolor. En general se caracteriza por causar un ataque de dolor con ardor, rigidez e hinchazón en una articulación.

Lo más común es que suceda en un dedo gordo del pie. Estos ataques pueden suceder una y otra vez a menos que la gota se trate.
Con el tiempo, puede dañar las articulaciones, los tendones y otros tejidos.

También se pueden dar ataques de gota en el pie, tobillo o rodillas u otras articulaciones. Los ataques suelen durar unos pocos días o varias semanas antes de que el dolor desaparezca.

El dolor articular suele comenzar durante la noche y no es por casualidad. La razón es que en la noche la temperatura corporal es más baja.

¿No sabes si sufres de gota?

Toma nota:

• Dolor articular con ardor
• Fiebre
• Fatiga

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• Sobreproducción de ácido úrico: debido a problemas de metabolismo.
• Exceso en el consumo de proteínas.
• Disminución de la eliminación de ácido úrico a través de los riñones.

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Para tratar el dolor que produce esta enfermedad, existen diferentes acciones que puedes realizar y que te serán de gran ayuda:

• Descansa la articulación afectada hasta que el dolor disminuya y durante 24 horas después del ataque.
• Eleva la articulación afectada, para ayudar a que la sangre circule mejor.
• Utiliza hielo para reducir la inflamación.
• Trata de aliviar la inflamación tomando medicamentos antiinflamatorios que no contengan esteroides. No consumas aspirina, ya que puede cambiar abruptamente los niveles de ácido úrico y puede empeorar los síntomas.

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Como en casi todas las enfermedades, la nutrición es un factor a tener en cuenta cuando se busca una solución o una ayuda natural al mismo. En ocasiones solo cambiando algunos hábitos alimenticios, se pueden mejorar los síntomas de la misma.

En el caso de la gota, ten en cuenta:

• Controla tu peso: está comprobado que el sobrepeso aumenta el riesgo de desarrollar gota. Si estás con sobrepeso, intenta mantener una dieta que sea baja en grasa.

  Pero evita el ayuno o someterte a dietas muy bajas en calorías, ya que pueden aumentar la cantidad de ácido úrico producido por el cuerpo. Esto puede provocar un nuevo ataque de gota.

• Realiza ejercicio físico en forma moderada.
• Limita el consumo de alcohol.
• Consume pocas carnes y mariscos. Las dietas ricas en carnes y mariscos suelen aumentar los niveles de ácido úrico.
• Aumenta el consumo de alimentos antigotosos: las cerezas, el apio, la cúrcuma, la avena y la piña por ejemplo tienen gran poder antiinflamatorios.
• Utiliza ácido eicosapentaenoico: es conocido por poseer gran capacidad para reducir la inflamación crónica.
• Incrementa tu consumo de ácido fólico: al parecer, puede ser útil en la inhibición de la enzima necesaria para producir ácido úrico.

¿Necesitas unas recetas de cocina para ayudarte con la gota?

Sopa antigota

Esta sopa te ayudará a aliviar los dolores gotosos y además, a reducir el ácido úrico.

Ingredientes

• 3 atados de perejil
• 3 atados de apio
• Media cebolla
• 100 gramos de coliflor
• Una pizca de cúrcuma
• Medio litro de agua
• Sal

Preparación

1. Coloca en una cacerola el agua a hervir con todos los ingredientes cortados, durante 15 minutos a fuego lento.
2. Retira, deja enfriar un poco y retira lo sólido.
3. Añade el jugo de un limón.
4. Bebe de esta sopa tres veces al día: durante el desayuno, en el almuerzo y la cena.

Este tratamiento puedes hacerlo por 30 días. Con seguridad, al cabo de ese tiempo, sentirás una notable mejoría. ¡Pruébala!