A través de una dieta rica en verduras es posible reducir la incidencia de cáncer de mamas. Esta afirmación surge de un estudio científico llevado a cabo en la Universidad de Boston por la doctora Deborah A. Boggs y publicado en la American Journal of Epidemiology.
Muestra
- Se evaluó a 51.928 mujeres entre 21 a 69 años, a las cuales se les realizó un interrogatorio sobre el consumo dietético.
- Se utilizó modelos de riesgo proporcional de Cox para estimar la tasa de incidencia y relaciones de confianza.
- Se realizó un seguimiento por 12 años.
Resultados
- Después del seguimiento por 12 años, se encontró que un total 1268 personas sufrieron cáncer de mama. De los cuales el 35% fueron tumores estrógenos (ER)-negativos.
- Si bien el consumo de frutas y verduras en su conjunto no se asoció significativamente con el riesgo global de cáncer de mama, si se observó que la ingesta total de verduras se relacionó con un menor riesgo de padecer de un tipo especial de cáncer de mamas no sensible a los estrógenos.
- Además se encontró que aquellas mujeres que consumían al menos dos porciones diarias de verduras tenían un 43% menos riesgo de desarrollar tumores ER-negativos.
- Dentro de estos estudios se identificó a ciertos vegetales como el brócoli, col verde, repollo y zanahoria que tendrían una mayor incidencia sobre la prevención de ciertos tumores mamarios.
Conclusiones
- Si bien es importante considerar el efecto de los alimentos sobre la prevención del cáncer mamario, es necesario tener en cuenta otros factores de riesgo como el cigarrillo, el alcohol, el sedentarismo, etc.
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