Nuestras costas padecen una auténtica plaga, especialmente en los últimos años, con la llegada de millones de medusas a las playas. En Asia, sin embargo, llegan a cultivarlas en criaderos para usos gastronómicos.
La llegada de medusas a nuestras playas en cantidades alarmantes es un hecho que se viene repitiendo año tras año, a partir del mes de abril y que padecemos de forma especial en los meses de verano, con la afluencia masiva de turistas.
Sin embargo, lo que para nosotros constituye sólo una mayor probabilidad de sufrir sus picaduras, para algunas tradiciones gastronómicas asiáticas como la china o la japonesa es un ingrediente más que incorporar a sus platos.
En China, la medusa es regada por una salsa de wasabi en un plato cuya característica más sobresaliente es precisamente su sabor picante. En Corea y en Tailandia, la sopa de medusa es un plato que goza de un más que notable éxito entre la población.
Pero el caso más llamativo nos sitúa en Japón, donde la medusa se hace presente en diversos platos de la gastronomía típica del país. Es el caso de la ensalada de medusa, aliñada con salsa de ciruelas en escabeche, mostaza japonesa o salsa de soja y aceite de sésamo. En los bares y restaurantes, la medusa se sirve cruda, seca y salada como tapa.
Con estos antecedentes, no es de extrañar que en aquella sociedad, un grupo de estudiantes japoneses hayan popularizado nuevos usos culinarios para las medusas. Tras conseguir un éxito abrumador con sus galletas de medusas, han comercializado el tofú de medusas.
El tofú, muy usado en la cocina tradicional nipona, tiene un aspecto muy similar al queso y se elabora a base de agua, soja y un coagulante.
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