El risotto es uno de los platos tradicionales italianos que más fácilmente se ha expandido por el resto del mundo. Era obvio: ¿quién puede resistirse a un plato de arroz preparado de dicha forma? Además, lo bueno que tiene es que es fácilmente combinable con otros vegetales. Las alcachofas le sientan de maravillas y así los juntamos en esta receta.
Ingredientes:
- Una taza de arroz (preferentemente arboreo o carnaroli)
- Media taza de vino blanco
- Una taza y media de caldo de verduras
- Una cebolla pequeña
- Dos o tres alcachofas
- Un trozo pequeño de jamón o tocino
- Un diente de ajo
- Una cucharada de mantequilla
- Queso rallado
- Sal, pimienta y perejil picado
Preparación:
Cocina las alcachofas en agua con limón hasta que estén tiernas. Desecha las hojas duras y corta los corazones en trozos no muy pequeños. Reserva. Mientras tanto, comienza a picar la cebolla muy finamente y a sofreírla en una cacerola con un poco de aceite o mantequilla.
Sin que llegue a dorarse la cebolla, añade el arroz y sofríelo hasta que se muestre traslúcido. Añade allí el vino blanco hasta que se evapore casi completamente, comenzando a agregar poco a poco el caldo. La clave de todo buen risotto consiste en no dejar de revolver para que el arroz suelte el almidón y así quede bien cremoso.
Esperando que el arroz esté a punto, sofríe brevemente las alcachofas con el ajo y el tocino o jamón. Quítale el exceso de materia grasa que pueda haber quedado e incorpora al risotto. Apaga el fuego, añade una cucharada de mantequilla y queso rallado, además de sal y pimienta (si hiciera falta).
Tapa la cacerola y deja reposar unos cinco minutos para que el arroz termine de cocerse con el propio calor. Sirve este risotto con alcachofas con un poco de perejil picado y disfruta de este sabroso plato.
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