Está claro que la India ocupa un lugar preferencial a la hora de la producción de té. Sí, que China es probablemente la meca indiscutida, no hay muchas dudas. Pero este país asiático, generoso en sus territorios y condiciones climáticas, se destaca por producir un té de una calidad unánimemente reconocible.
Así es como, de una vez por todas, en la India se le quiere dar el espaldarazo definitivo a la magna infusión de la Camellia Sinensis para convertirla en bebida nacional. Y el principal lobby de presión viene dado desde la región de Assam, la máxima productora de té en dicho país.
Si bien el Darjeeling es el más delicado, Assam es un auténtico soldado de batalla, que produce en grandes cantidades y siempre rinde. Por eso mismo, desde allí es donde más se insiste con la declaración de nacionalizar esta bebida.
"Declarar el té como bebida nacional de nuestro país no tiene por qué afectar el crecimiento de otras bebidas y todos tendrán su respectivo mercado. La declaración del mango como fruta nacional de la India no restringió el crecimiento de las manzanas", señaló Tarun Gogoi, quien es el primer ministro de la región de Assam desde 2001 y es uno de los máximos valuartes para ejercer presión a nivel nacional para conseguir este objetivo.
El mismo Gogoi se encargó de afirmar que, igual, hacen falta algunas cuestiones que mejorar para seguir creciendo en la producción del té. Una de ellas, es la de mudar el Consejo del Té desde Kolkata (donde se encuentra en la actualidad) a Assam, la meca productiva de Camellia Sinensis de la India.
La otra cuestión a profundizar, según, sería la de mejorar el packaging que se emplea actualmente, adecuándolo a los estándares internacionales y posibilitando así una mayor cantidad de exportaciones.
Sea como sea, el té parece ir en vía de convertirse en la bebida nacional de la Inda. ¿Lo conseguirá la presión de Assam?
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