Verdades y mitos sobre el masaje

MITO:

El masaje siempre va relacionado con sexo.

HECHO:

El masaje puede, pero no siempre tiene, que emplear técnicas eróticas. Por ejemplo, es muy beneficioso y muy común en diferentes culturas el dar masajes a los niños. El masaje además puede hacerse con el propósito de relajación o para aliviar los síntomas de ciertas enfermedades. El masaje puede practicarse entre padres e hijos, entre los miembros de la familia y por los fisioterapeutas.

Contacto físico

Algunos médicos modernos y profesionales de la salud, especialmente en los ámbitos de cuidado infantil y salud mental, se han vuelto más conscientes de la importancia de los efectos positivos de tocar en la salud y las relaciones interpersonales. Por lo tanto, animan a los pacientes y sus familiares a que se toquen más, e incluso para dar masajes.

La imagen del masaje como una actividad específicamente sexual probablemente proviene de los anuncios comerciales de los llamados "salones de masaje", con fotos de mujeres hermosas sentadas desnudas en bañeras. En realidad, existen muchos servicios de masaje legítimo en muchos países alrededor del mundo en el que los masajistas están obligados a tener una formación adecuada y, en algunos casos, incluso licencias antes de que pueda practicar.

Otro factor que hace que algunas personas asocian únicamente masajes con sexo es, probablemente, la falta general de tocar de la intimidad sexual en nuestra sociedad contemporánea, donde la soledad , el aislamiento y la alienación son cada vez más común. En casos extremos, hay niños que crecen en un hogar donde el sexo o muestra física del afecto y la intimidad, como abrazar, besar o tocar siquiera se consideran sucias, perversas o pecaminosas. Este tipo de persona es a menudo hipersensibles al tacto y se enoja fácilmente cuando la tocan o en presencia de la proximidad física de otra persona.

En algunos casos, incluso el contacto de una persona del mismo sexo, da lugar a sospechas de homosexualidad. La gente de este tipo terminan literalmente "fuera de contacto" con los demás, solos y deprimidos o distantes y hostiles, ya que sus necesidades de contacto y afecto nunca fueron satisfechas. Ellos merecen nuestra solidaridad y deben ser educados en el valor de tocar.