Hace poco leía la carta que me envío un ejecutivo quejándose de que su jefe no le hacía caso en sus solicitudes y que su equipo de trabajo parecía no hacerle caso tampoco, siempre terminaban haciendo las cosas como les viniera en gana sin tomar en cuenta su autoridad como jefe.
Originalmente, este ejecutivo le echaba la culpa a todos los demás, pero cuando se da una situación como la descrita en el párrafo anterior, es claro que el problema no es el equipo: es el líder mismo.
He aquí cuatro conductas que podrían estar inhibiendo tu capacidad de influencia y cómo prevenirlas o solucionarlas.
No tener un principio o causa superior que te inspire hacer tu trabajo
Conozco líderes que realizan sus tareas de forma mecánica, robótica. Tienen seca la creatividad y, desde luego, con actitudes como ésta es imposible proyectar entusiasmo y dinamismo a las personas que les rodean.
Solución
No importa a qué te dediques: si vendes cosméticos, si eres representante de una empresa que renta equipos para extraer petróleo, si coordinas la actividad para un grupo de teatros o si tu actividad es promover productos financieros.
Hagas lo que hagas es importante que tomes conciencia de que estás trabajando para un fin superior que te inspire a nivel personal. Cuando trabajas inspirado, toda tu mente, tu creatividad, incluso hasta tus respuestas físicas, se alinean a esa inspiración y de manera natural proyectarás autoridad y poder.
No ser congruente entre lo que dices y lo que haces
Una vez tomé un curso con un orador motivacional que se enojó y se frustró tanto porque falló el equipo de sonido al momento de realizar una de sus dinámicas principales que el resto del evento no dejó de lanzar indirectas al organizador del evento.
¿Sabes qué impacto causó en mí? Cayó de mi gracia. Comprendí que hablaba muy bonito pero no era capaz de aplicarlo en su propia vida. ¿Cómo podía ser ejemplo de motivación para mí?
Solución
Creo que es obvio. Tus principios y filosofía de vida deben estar reflejados en cada uno de tus actos.
No cumplir lo que se promete
Trabajé con un ejecutivo en el norte del país famoso por ofrecer una serie de maravillosas prestaciones a aquellos colaboradores que, por razones de trabajo, tuvieran que irse a vivir a otras ciudades y luego no les cumplía.
Un evento crítico ocurrió cuando, uno de esos ejecutivos le creyó y cambió de residencia, llevándose consigo a su esposa embarazada de 6 meses y muchas promesas de acomodo fabuloso. Nada de eso se cumplió. La zona jamás llegó a sus resultados de ventas. El motivo: un líder que defraudó a otro líder. Así de sencillo.
Solución
Cuida tus palabras. Lo que prometes y sus consecuencias ejerce un impacto muy grande en tu equipo de trabajo, mucho más de lo que crees. Puedes aumentar su motivación o puedes extinguirla.
Tomar decisiones carentes de juicio
Regañar en público a una persona; introducir chismes; frenar el desarrollo de un colaborador; fijarte sólo en los errores que cometen tus colaboradores y no reconocer sus aciertos; manejar un conflico con marcada preferencia por favorecer a una de las partes involucradas… todo esto te resta puntos.
Solución
Trabaja mucho por desarrollar un pensamiento objetivo y sensato. Te digo sinceramente que ésta es una característica que pocas veces se menciona en un líder pero lo que he observado es que es ampliamente apreciada por sus seguidores. Ganarás un imponente respeto al manifestar equilibrio.
Cuando personas como tú me preguntan qué es lo que deben hacer para ganar legítima influencia sobre sus equipos de trabajo les platico lo que escribí anteriormente. Mil disculpas si no te puedo ofrecer una fórmula mágica. En realidad, ganar influencia es algo que se va consiguiendo con el tiempo y si de manera sistemática practicas los conceptos mencionados lo conseguirás.
Hay trabajo por hacer pero… ES POSIBLE.
1 Comentario en "4 conductas que disminuyen tu poder de liderazgo"
en efecto son verdades,y necesitamos cambiar nuestro chip,para ser lideres