Enfermedades como la diabetes, la obesidad y la anorexia también se reflejan en la dermis y por tanto detectarlo a tiempo nos puede evitar más de un quebradero de cabeza.
Ciertas afecciones como la diabetes, padecer de sobrepeso u obesidad y otros problemas relacionados con el caso contrario, como es la desnutrición o la anorexia, podrían además de dañar los órganos internos provocar graves repercusiones sobre nuestra piel. A pesar de ello, cada problema debe recibir su oportuno tratamiento y cada uno por separado.
Varios expertos señalan que el cuidado de la piel es fundamental para garantizar nuestra salud y aseguran que los daños derivados de esas enfermedades en la dermis son muy visibles y además capaces de proporcionar las señales de alerta sobre dichas afecciones.
Así, según estos expertos, cuando el azúcar se eleva en la sangre es muy posible que puedan aparecer problemas relacionados con hongos. Así, dentro de las lesiones más comunes en la piel a causa de la diabetes, se puede registrar Granuloma Anular Generalizado, el cual se caracteriza por manchas atróficas (la piel muy delgada) hiperpigmentadas, ovales o redondas.
Otros males derivados de la diabetes pueden ser las úlceras crónicas, infecciones en tejidos blandos y en los casos más severos, gangrena. Además, si observamos comezón, dermis engrosada y amarilla y uñas teñidas de este color, podríamos detectar que se trata de un principio de diabetes. En otras ocasiones, aparecen lesiones púrpuras, enrojecimiento y se forman ampollas diabéticas, según los expertos.
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