Esther Perel, experta psicoterapeuta belga, ha escrito un libro titulado "Inteligencia Erótica" en el que aborda la vida sexual y pasional de la pareja desde la inteligencia emocional y su experiencia labrada en diferentes tradiciones culturales.
Según señala Perel, los componentes que mantienen con mayor umbral de éxito el nivel de interés y satisfacción en las relaciones sexuales de pareja son la sensación de libertad, el gusto por la novedad y la incertidumbre.
De este modo, aunque pueda parecer contradictorio, el amor carnal no puede o mejor dicho, no quiere- ser cómodo ni anclado en la familiaridad entre los dos amantes. La costumbre, la rutina, lo sobradamente conocido, son enemigos acérrimos de la pasión desmedida y rebelde, razón por la cual las relaciones sexuales deben dejarse llevar por la innovación, la improvisación y la falta de seguridad en el otro.
Dicho de otro modo, no podemos sentir que vamos a despertar el deseo sexual en el otro hagamos lo que hagamos, ya que esta creencia es el principio del final en la pasión de pareja.
Para Perel, el conocimiento sobre el otro no puede ser total. En nuestro interior, debe quedar lugar para un espacio único, íntimo, reservado exclusivamente para sí mismo, estanco y prohibido incluso para nuestra pareja. Del mantenimiento de esa parcela de misterio depende que mantengamos los niveles de incertidumbre y novedad que harán posible una pasión sexual sin fracturas
Para la experta psicoteraeuta belga resulta paradójico que, traspasada la fase inicial de la llamada revolución sexual que permitió derribar tabúes y mitos sobre el sexo, sea el momento actual el que presenta menor actividad sexual en cifras generales. El problema, según ella, radica en que muchas parejas afrontan su vida sexual ancladas en la comodidad, al haber desaparecido las barreras que garantizaban, aunque de forma artificiosa, la dosis de misterio necesaria para mantener "el morbo".
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