Pocos días antes de navidad me diagnosticaron un tumor en la tiroides (que resultó ser benigno) y tuve que pasar por una intervención quirúrgica. Pude comprobar que lo que en otra época me hubiese causado mucho miedo y preocupación, lo viví con tranquilidad y aceptación gracias al trabajo personal que he venido haciendo y quisiera por ello compartir contigo los principios y pasos que me ayudaron.
Qué debes hacer para enfrentar la enfermedad
- Acepta lo que es. Byron Katie autora del Bestseller "Amar lo Que Es" nos dice que estar en contra de la realidad y de lo que vivimos es lo que realmente nos hace sufrir… Cuando nos oponemos a lo que estamos viviendo, entramos en guerra con la vida, y esto nos genera mucho estrés. Nos molestamos con la vida inútilmente porque no hay ningún pensamiento que pueda cambiar lo que ya está sucediendo, y lo único que logramos es sentirnos peor.
Aceptar lo que es, no quiere decir que me quede de brazos cruzados, significa que no tengo que actuar desde la rabia y el miedo, puedo hacerlo desde la calma y la aceptación y desde esa posición es muy posible que pueda ver más claramente que acciones tomar. Si me diagnostican una enfermedad hay dos maneras de vivirla, una es con miedo y estrés la otra con paz y aceptación. ¿Cuál eliges?
- Nada te sucede a ti sino para ti. Byron Katie va más allá, no habla sólo de "aceptar" la realidad, sino de "amarla". Y para ello te invito a que te preguntes: "Si Dios (o la realidad) es amoroso, amable y Dios lo rige todo ¿por qué podría estar viviendo esta experiencia? más aún, ¿por qué podría ser lo mejor para mí que Dios me haga vivir esta experiencia? Aunque en el caso de enfermedades, nos pueda costar siquiera pensar en hacernos esta pregunta, cuando meditamos sobre esto y abrimos el corazón podemos descubrir hermosas sorpresas y la perfección del momento…
Byron Katie, en su libro "Cuestiona tu Mente, Cambia tu Vida" (inglés) nos dice: "¿Piensas que tu cuerpo se va sanar más eficientemente cuando estás tenso, con miedo y luchas contra el cáncer como un enemigo? ¿O cuándo amas lo que es y te haces consciente de todas las maneras en que tu vida es en verdad mejor porque tienes cáncer, y desde ese punto de calma haces todo lo que puedes para sanar? No hay nada que llene más de vida que la paz interior".
En mi caso, el tumor me trajo muchas cosas positivas: muchas demostraciones de amor, apoyo y atención de mi familia y amigos, agradables desayunos familiares después de las visitas al hospital, horas de Reiki por voluntarios que ni me conocían, colegas que generosamente trabajaron conmigo a nivel emocional antes de la operación. Pude cuestionar y romper con paradigmas en mi vida. Pude ver lo bien que funciona el sistema médico público, disfrutar del cuidado, amabilidad y buen humor de las enfermeras durante la operación, ver que las cosas no son tan complicadas ni dolorosas como mi mente me dice, asombrarme con la anestesia que me impide sentir dolor, entender mejor a otras personas que pasan por situaciones similares, vivir con menos miedo a enfermar y una lista larga de cosas…
Lester Levenson, creador del método Sedona, cambió radicalmente su vida y la de muchos otros a raíz de que el doctor le diera sólo dos semanas de vida. Eso lo llevó a cuestionarse su vida y lo que lo había llevado a este punto, no sólo revirtió su enfermedad completamente sino que descubrió una gran fuente de paz interior que nunca lo abandonó y que compartió con miles de personas. Posiblemente conoces casos en los que enfermedades o crisis han traído cambios radicales y positivos a la vida de muchas personas… Y es que cuando buscas lo positivo que te trae cada experiencia de vida, empiezas a comprobar que nada te sucede a ti sino para ti…
La técnica de inversión de pensamientos
Y el paso clave para enfrentarte a tu enfermedad de manera más "saludable"…
Cuestiona tus pensamientos estresantes. Cuando enfermas o tienes una intervención quirúrgica pueden venir pensamientos como: sentiré dolor, algo malo está pasando, pueden haber complicaciones. Pensamientos que nos llenan de miedo y preocupación y no nos aportan nada, ni ayudan a nuestro bienestar o recuperación.
En mi caso, lo que me preocupaba era sobre todo sentir dolor físico por las pruebas médicas y operación y lo usaré de ejemplo para que veas cómo cuestionar tus pensamientos aplicando las 4 simples preguntas e inversiones de Byron Katie.
Pensamiento: "Sentiré dolor físico"
- ¿Es verdad? Lo primero que me viene a la mente es que sí…
- ¿Puedes saber que es verdad con total certeza? No (en mi caso, era la primera vez que me operaban y no sabía exactamente como sería…todo eran suposiciones).
- ¿Cómo reaccionas, qué sucede cuando tienes el pensamiento que sentirás dolor? Me trae mucho estrés, miedo, me preocupo mucho antes de las pruebas imaginándome que sentiré dolor, me cuento historias negativas, trato a los médicos con recelo, no me gustan, me siento tensa. Le doy vueltas al mismo tema una y otra vez.
- ¿Quién serías sin el pensamiento de que sentirás dolor? Pues estaría tranquila, no me preocuparía antes de tiempo, seguiría mi vida normal, enfocada en el presente, en el ahora y no en unas pruebas que vendrán una semana después. Recuperaría mi vida, volvería a este momento, aquí, escribiendo estas líneas en lugar de tener la mente en la consulta del médico una semana más tarde…
Ahora le damos la vuelta a este pensamiento estresante para ver como lo opuesto puede ser tan verdadero o más:
Inversión hacia el opuesto
"No sentiré dolor físico". Busca ejemplos reales de cómo eso puede ser verdad. En mi caso, 1) Cuando me hicieron el análisis de sangre observé lo que realmente sentía, y no era dolor, solo nerviosismo, se lo comenté al enfermero y respondió: "Todo está en la mente aquí vienen niños y no sienten dolor ni se quejan, pero vienen los grandes, con ideas preconcebidas y ellos si la pasan mal…" 2) Pude descubrir (después de la operación), lo maravillosa que resultó la anestesia, unas cuantas respiraciones y desperté en otra habitación y ya estaba todo terminado...
Inversión hacia ti mismo
"Mis pensamientos me hacen sentir dolor". Ejemplos de cómo puede ser tan verdadero o más esto: 1) Sí, días antes de las pruebas mis pensamientos se imaginan ya el dolor… un dolor que no existe, que solo está en la mente… 2) Sí, la biopsia dura sólo unos segundos, pero mi mente se la ha imaginado muchas veces antes y sufro muchas veces por anticipado por algo que duró sólo unos segundos…
El cuestionarme los pensamientos que aparecían en mi mente y comprobar cada vez más que todo lo que vivo es la experiencia perfecta para mí me dio mucha paz y tranquilidad. Nuestra interpretación negativa de lo que vivimos es lo que en realidad nos hace sufrir y nos impide ver que incluso lo que "consideramos" crisis y circunstancias negativas contiene un regalo por descubrir. Recuerda, puedes vivir tu enfermedad desde el rechazo y el estrés o desde la paz y la aceptación. ¿Qué eliges?
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