El té y el café forman parte de la cultura rusa desde tiempos inmemoriales.
El té y el café hicieron su aparición en Rusia en época moderna y se ha convertido con el paso del tiempo en bebidas muy aceptadas que gozan de una gran popularidad y muchos adeptos.
Por todo ello, el Festival Internacional del Té y Café, en su IV Edición, que se llevó a cabo en Moscú, entre finales del mes de mayo y los primeros meses de junio, tuvo un éxito muy importante. Tan sólo, en pocos días, el festival ya había sido visitado por más de diez mil personas.
El festival es único en el mundo y se organizó en el parque-hacienda de Moscú "Kolomenskoye". Entre los objetivos del festival está el de promocionar un estilo saludable de vida, recuperar y aumentar la cultura del té, mostrar el estado y las perspectivas del desarrollo de los mercados de té y café en Rusia, así como contribuir al desarrollo de la cooperación económico-comercial con los países productores de té y café.
El presidente de la Asociación Nacional de Café de Guatemala organizó un interesante seminario-presentación del café de Guatemala. El representante de "Vallendorf Compañía de Café", famoso productor del café de marca "Jamaica Blue Mountain" entregó durante el festival los primeros certificados de exclusivos líderes regionales a 5 compañías rusas. Las presentaciones de los grupos folklóricos de los países productores de té y café despertaron un especial interés, así como el show-grupo de los tambores brasileños Marakatú.
El pabellón de América Latina hizo su aparición en el festival por primera vez. En el territorio del festival fue creada la fabulosa "Ciudad de la Niñez", cuyo programa fue dedicado al "Año del Niño" en Moscú y al "Día Internacional de Protección de los Niños".
El Festival se convirtió en un punto de encuentro único en el mundo para los amantes del té y el café, regalando momentos inigualables y pudiendo degustar diversas variedades de estos ricos elixires.
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