El período que permaneces en tu casa puede ser utilizado como un factor dinámico para realizar algún tipo de actividad física sin que sea necesariamente un plan sistemático.
Para incrementar la actividad física en tu hogar:
- Levántate temprano: 30 minutos antes de lo habitual es suficiente para realizar alguna clase de ejercicio como caminar en la cinta, dar un paseo por el vecindario o hacer un plan de fuerza de grandes grupos musculares.
- Las tareas domésticas: como pasar la lustradora, barrer, fregar piso, cepillar, etc., realízalas con dinamismo y velocidad suficientes hasta que sientas que aumenta la frecuencia cardíaca.
- Mantente activo mientras miras televisión: Tu programa favorito lo puedes ver mientras pedaleas en la bicicleta estática, o haciendo un programa de stretching.
Actividad física fuera de tu hogar
Si crees que no puedes ejercitarte en tu casa porque te distraes o no tienes la comodidad suficiente, deberías buscar la forma de tener tiempo haciendo:
- Grupos sociales: reúnete en grupo para caminar, jugar un deporte o compartir un programa de acondicionamiento físico en un parque.
- Apúntate a un club o gimnasio: las clases que se dictan son motivadoras, debes intentar que se convierta en un hábito de al menos dos veces a la semana.
- Combina con un amigo: la compañía de alguien más aunque no se encuentren al mismo nivel de acondicionamiento, crea un compromiso afectivo para no tener excusas de no realizar actividad alguna.
- Por último, los tiempos muertos del trabajo o el corte del mediodía para comer lo puedes utilizar al menos dos veces semanales para hacer algún tipo de actividad como caminar, estirarte o si llegas para asistir a una clase y rápidamente bañarte y volver al trabajo.
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